Roma.- El consejero delegado del grupo automovilístico Stellantis, Carlos Tavares, avisó este miércoles que introducir a los competidores chinos en el mercado italiano abriría una pugna por la competencia que dejaría «cicatrices» en su negocio y en términos de empleo.
Tavares visitó la planta de Mirafiori de Turín, sede histórica de la casa Fiat, para presenciar el inicio de la producción de las nuevas caja de cambios de doble embrague electrificada (eDCT), parte de la estrategia para crear una nueva generación de coches híbridos.
Ante los empleados y sindicatos, avisó que la llegada de productores chinos al mercado italiano implicaría, como primera consecuencia, aumentar el proceso de mejora de la competitividad.
La segunda repercusión, sostuvo ante los medios, es que en caso de que Stellantis, empresa líder en el país, pierda cuota de mercado, eso hará que se venda menos y, dijo, «nos harán falta menos factorías».
«Por lo tanto introducir la competencia china en el mercado acabaría siendo una gran amenaza para Stellantis. Pero sabéis que nosotros somos gente que combate y combatiremos. Aunque cuando se pelea puede que haya víctimas», ilustró.
Y agregó: «Nosotros combatiremos pero no esperéis que, si resultamos ganadores, lo haremos sin cicatrices».
Sus palabras llegan después de que algunos medios informaran que el Gobierno italiano de Giorgia Meloni, que ha vivido desavenencias con Stellantis, ha mantenido contactos con el grupo chino Byd para introducir un «segundo gran productor» en el país.
Tavares defendió el papel de protagonista global de Stellantis y la defensa de sus propias «raíces» en Italia, Francia y Estados Unidos, pues el grupo es el resultado de la fusión, primero, entre Fiat con Chrysler, y después con el coloso francés PSA.
La factoría de Mirafiori, en la periferia turinesa, ha recibido una inversión de 240 millones de euros (257 millones de dólares) para su transformación en una ffábrica «única en su tipología a nivel mundial» pensado para proyectos de ingeniería y tecnología.
El directivo anunció una nueva inversión de 100 millones de euros (107 millones de dólares) para aumentar el potencial de la Fiat 500 eléctrica con baterías de nueva generación.
Esto, sostuvo, «responde a la ambición» de que este icónico vehículo de Fiat sea «más atractivo y accesible» y «ampliar la base de clientes» para, en última instancia, «mejorar la actividad productiva de Mirafiori».
«Tal y como demostramos hoy, queremos defender nuestro liderazgo en Italia contra todos los competidores, incluidos los constructores chinos, sea cual sea el apoyo del que podrán beneficiarse en el país», dijo, en caso de una eventual entrada al mercado italiano.
Hace solo dos días, la marca china de coches eléctricos inteligentes Xpeng confirmó que venderá sus coches en el mercado español ya en este mismo año, en el marco de su anunciada estrategia de entrar en varios países de Europa, Oriente Medio y África.
Esta empresa, fundada en 2014, es uno de los líderes del mercado de eléctricos en China y es considerada una de los principales rivales de la estadounidense Tesla.