LOS ÁNGELES, Estados Unidos.- El príncipe Enrique de Inglaterra asegura que haber trasladado su residencia desde el Reino Unido a California, en Estados Unidos, le permite «levantar la cabeza» y realmente sentirse «diferente… puedes caminar sintiéndote un poco más libre», aseguró.
«Puedo llevar a Archie (su hijo) en la parte trasera de mi bicicleta… Nunca habría tenido la oportunidad de hacer eso» en el Reino Unido, precisó durante una conversación con el actor Dax Shepard, presentador del podcast «Armchair Expert», en un episodio publicado el jueves.
En estas declaraciones, que reproduce hoy la cadena CNN, el duque de Sussex habló de hasta qué punto él y su esposa, Meghan Markle, intentaron mantener en secreto su relación cuando esta se inició, de cómo se sintió cuando se convirtió en el centro de atención de los medios de comunicación y de su nueva vida en los Estados Unidos.
Reconoce que sintió cómo se volvió «loco» a los veinte años, cuando se le veía frecuentemente en fiestas, mientras luchaba con las responsabilidades de ser miembro de la familia real británica.
«No quiero este trabajo, no quiero estar aquí, no quiero estar haciendo esto, mira lo que le hizo a mi mamá», pensaba Enrique en aquellos momentos, según confesó a Shepard.
También habló sobre los medios de comunicación en el Reino Unido: «Es una mezcla entre ‘el show de Truman’ y estar en un zoológico», dijo, haciendo referencia a la famosa película de Jim Carrey de 1998 en la que el personaje principal no tiene idea de que está viviendo en un televisor gigante donde se registran todos sus movimientos.
«La primera vez que Meghan y yo nos reunimos para que ella viniera y se quedara conmigo, nos encontramos en un supermercado en Londres fingiendo que no nos conocíamos», dijo, y contó cómo llevaba una gorra de béisbol bajada sobre sus ojos para evitar ser reconocido.
El príncipe Enrique reiteró que la situación ha mejorado para él y su familia desde que se mudaron a California.
En febrero pasado se anunció que los duques de Sussex no regresarían como miembros activos de la familia real británica, después de retirarse de sus deberes reales el año pasado.
«Viviendo aquí ahora puedo levantar la cabeza y realmente me siento diferente… puedes caminar sintiéndote un poco más libre», reiteró.
«Hablar, especialmente ahora en el mundo de hoy, es un signo de fortaleza más que un signo de debilidad», dijo, antes de argumentar que la salud mental es, de hecho, salud pública.
«Creo que dos de los mayores problemas que enfrentamos en el mundo actual son la crisis climática y la salud mental, y ambos están intrínsecamente vinculados», subrayó.
El príncipe Enrique ha estado trabajando en una serie documental de varios episodios llamada «El yo que no puedes ver» con la periodista estadounidense Oprah Winfrey, que tiene como objetivo ayudar a levantar el velo sobre el estado actual de la salud mental y el bienestar emocional
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