El Pupitre Dominicano olvido a las niñas

Lilliam Fondeur.

Lilliam Fondeur.

En la cultura del poder las mujeres no existen. Las circunstancias a los que se exponen las niñas no forman parte del imaginario. Las mujeres, incluso las jóvenes son invisibles para las autoridades.

La selección del concurso Pupitre Dominicano ha sido celebrada y criticada. El gobierno presentó al ganador en el Palacio Nacional. El jurado estaba integrado por representantes de universidades e instituciones, dentro de ellas el Ministerio de Educación.

El ganador y el jurado olvidaron que el Pupitre Dominicano será ocupado sobre todo por alumnas. Las aulas están llenas de mujeres, la deserción escolar es mayor en los varones. Las mujeres existen.

Antes de seleccionar el Pupitre Dominicano era necesario conocer las usuarias. La mayoría son niñas o jóvenes que viven por debajo de la línea de pobreza, su fuente de orientación sexual es la música, una amiga o la culpa que engendran las iglesias. Una población carente de recursos para adquirir métodos anticonceptivos e imposibilitada de interrumpir un embarazo. En definitiva potenciales niñas/esposas, ancladas en la pobreza.

Con visitar un aula hubiesen percibido el olor a feromonas y los cuerpos de mujer en ciernes como un framboyán en julio.

El embarazo a temprana edad es el mayor problema de las niñas y adolescentes en nuestro país. Me repito a la evidencia, en el año 2012 el Hospital Nuestra Señora de la Altagracia reportó que de cada 100 partos asistidos 29 correspondieron a menores de edad. Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas, (UNFPA) la provincia de Azua cuenta con un 37 por ciento de embarazo en adolescentes.

Las encuestas parecen quedarle corta a la realidad, OFICINA NACIONAL DE ESTADISTICA (ENHOGAR 2006) revela que al llegar a los 19 años alrededor del 42 por ciento  de las adolescentes habían salido embarazadas, y 34 por ciento ya eran madres y la Encuesta Nacional Demográfica y de Salud (ENDESA 2007) refleja que en el 20.6% de las adolescentes entre 15 y 19 años ha estado embarazada.

Una niña embarazada no puede sentarse en el Pupitre Dominicano. Quizás la amnesia es selectiva, puede ser que igual que en los tiempos de la colonia, no las quieren en el aula.

Las niñas embarazadas son confinadas a los hospitales, jamás las verás en la escuela. Están vedadas para asistir a clase por considerar que alborotan las compañeras o podrían contagiarlas. Igual que con Galileo, intentan omitir la realidad, y sin embargo se mueve.

República Dominicana es una niña embarazada, con todas las repercusiones que esto representa para lograr reducir la pobreza. No le niegues el derecho a  la educación.

@lilliamfondeur

www.lilliamfondeur