El quirófano global, de la mano de Google Glass

1379445535_426635_1379482708_sumario_normalRedaccion.-Un médico con dos gafas superpuestas no parece un ejemplo de confianza. Pero si el segundo par es una de las ya famosas (aunque todavía no comercializadas) Google Glass, la cosa cambia. Así intervino ayer Pedro Guillén, de la Clinica Centro, a un hombre de 37 años con una lesión en la rodilla. Más de 265 lugares del mundo (universidades, hospitales, sociedades médicas) se conectaron en este último alarde de la tecnología: retransmitir una operación desde el punto de vista del cirujano principal. Como Guillén dice, se trataba de crear un “quirófano global”. “Los había de todas partes o, al menos, de casi todas. Faltaba el centro de África. Y China, donde hay problemas para que entre Internet”, afirma con orgullo el cirujano.

Aparte de algunos incidentes técnicos —en el salón de actos de la clínica a veces se perdía la señal de las gafas, que, sin embargo, podía seguirse en Youtube—, las dos horas de intervención fueron un ejemplo de cómo puede ser la docencia de la medicina (y, seguramente, de muchas otras disciplinas) del futuro. “Hemos pasado de las peceras de los quirófanos antiguos -las salas con paredes de cristal detrás de las cuales los alumnos seguían las explicaciones del profesor- a esto”, comenta Guillén probándose las gafas antes de la operación.

Para hacerla más completa, la lección magistral se seguía además por medios que, a estas alturas, pueden considerarse casi tradicionales: cámaras de ambiente, que recogen la actividad del quirófano, y otra pantalla en la que el endoscopio (los auténticos ojos de los médicos dentro de las incisiones cada vez más pequeñas que practican) muestra al detalle el trabajo fino dentro del cuerpo, desde la aspiración de la sangre a la colocación de la membrana con las células madre.

Aunque esa utilización siempre estará condicionada por las manos del médico. Ningún técnico ha diseñado todavía un sistema por el que un estudiante de medicina no tenga que empuñar un bisturí para aprender.