Redacción.- La campaña de Donald Trump para rodearse de figuras leales en puestos claves de su futura administración sufrió un revés este jueves con la retirada de Matt Gaetz, quien había sido elegido como secretario de Justicia.
Este revés, que marca el primer tropiezo significativo en los nombramientos de Trump, subraya las dificultades y controversias que algunos de sus candidatos enfrentan.
El congresista republicano Gaetz, conocido por su carácter polémico y su escasa experiencia en temas jurídicos, fue una de las elecciones más discutidas. Además de las críticas a su falta de calificación profesional, Gaetz se encuentra bajo investigación por presuntos delitos sexuales, lo que generó más dudas sobre su idoneidad para el puesto.
Pero no solo Gaetz ha sido el centro de la controversia. Otros nombramientos igualmente controvertidos incluyen al exmilitar y comentarista Pete Hegseth, propuesto para el Departamento de Defensa, quien ha estado envuelto en escándalos relacionados con pagos a mujeres para retirar acusaciones de agresión sexual y tatuajes vinculados a cruzadas religiosas. También figura la exdemócrata Tulsi Gabbard, cuya relación cercana con ciertos intereses rusos ha sido cuestionada.
La retirada de Gaetz, que fue anunciada a través de su cuenta en la red social X, se produjo después de una serie de reuniones en las que quedó claro que su confirmación generaba más distracciones que beneficios para el proceso de transición. Gaetz explicó que, ante la posibilidad de una lucha prolongada en Washington, decidió dar un paso atrás para no obstaculizar los avances en los preparativos de la administración Trump.
En respuesta a su dimisión, Trump expresó su «respeto» por la decisión de Gaetz, destacando que aún veía un «futuro brillante» para él. A su vez, el senador republicano Lindsey Graham mostró su apoyo y disposición para colaborar en la búsqueda de un nuevo candidato.
La dimisión también pone fin a la investigación en su contra por la comisión de ética de la Cámara de Representantes, que lo había señalado por acusaciones de conducta sexual inapropiada, consumo de drogas y malversación de fondos. Aunque los líderes republicanos defienden que el informe sobre la investigación ya no tiene relevancia, algunos congresistas de ambos partidos insisten en que debería ser remitido al Senado para su revisión.
Este episodio pone de manifiesto las dificultades que enfrenta Trump al intentar consolidar su administración, con una serie de nombramientos que, aunque estratégicamente orientados a reforzar su base de apoyo, también desatan controversias que podrían poner en peligro la eficacia de su transición.