Los antivalores, corrupción, impunidad, desigualdad social, como la mala
yerba, se multiplican en la sociedad. Lamentablemente, el sistema judicial
es el culpable, los fomenta.
El deber del Estado es establecer leyes, normas, procedimientos que rijan
las instituciones y comportamiento de los ciudadanos; hacerlas cumplir
para que reine el orden, respeto, disciplina. Los tribunales judiciales son
los encargados de aplicarlas. Para lograr esa misión los jueces deben ser
imparciales, competentes, sin compromisos partidarios; deben actuar con
objetividad sin importar la clase social, económica o política del individuo.
Cuando el sistema judicial funciona de manera selectiva, con criterios
personales, no normativos; influenciado por el poder político o económico
de que disponga el acusado o su padrino, la sociedad se pudre. Es una
forma de apoyar la corrupción. Esta sucediendo en el país. ¿Por qué?
Están seleccionando los jueces con debilidades que les permitan blindar,
garantizar la impunidad en corruptos de cuellos blancos, que archiven su
expediente, reciban NO A LUGAR, los conviertan en intocables. Ya ha
sucedido.
La impunidad es el mecanismo más efectivo de multiplicar los males
sociales. Es un mensaje que llega a toda la población, restándole fuerza a
quienes se empeñan en trabajar en buena lid. Donde reine la corrupción e
impunidad, la sociedad esta podrida, sumergida en el fango, no logra un
desarrollo equilibrado, armónico, humano, porque el sistema judicial no
funciona.
Tenemos corruptos intocables, sonriendo felices desde los balcones de sus
lujosas mansiones, viajando, burlándose de los pobres porque se hicieron
millonarios, tomando sus recursos e invirtiéndolos en negocios y
fundaciones ante la mirada de infelices desamparados y el visto bueno de
la justicia.. ¡Que asco ¡
Los tribunales judiciales y las altas cortes son los responsables. No
cumple con su misión. Piensan en poder, en cosas materiales y personales,
descuidando el alma de la nación. Lo más lamentable es observar iglesias,
encargadas de lo espiritual, olvidando su rol para acercarse a los poderosos.
Indiscutiblemente, hoy, a los padres de familia se le dificulta hacer de los
hijos, personas de bien. Las fuentes de aprendizaje, las enseñanzas de
dirigentes en la cúpula, neutralizan su labor. ¡Que pena!
Podemos hacer de RD un modelo, un jardín de justicia y bienestar
social. Tenemos recursos y personas honestas. Trabajemos en la búsqueda
de la tranquilidad, de la paz interior. Es el tesoro más valioso.
Apartemos los ambiciosos que deforman el alma de la gente.
Recordemos que un buen líder o ciudadano no es conceptualizar bonito ni
tomar con elegancia los bienes del pueblo, es predicar con el ejemplo, es
saber dejar un granito de arena en pro de una sociedad donde reine la
justicia,…la paz