Barcelona.- El delantero del París Saint Germain Neymar da Silva declarará finalmente este martes ante la Audiencia de Barcelona, que juzga al futbolista, a sus padres y los expresidentes del FC Barcelona Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, por presuntas irregularidades en el traspaso del internacional brasileño al club azulgrana en 2013.
La declaración de Neymar estaba prevista, como la del resto de los acusados, para los días 21 y 28 de octubre, pero finalmente el exjugador azulgrana lo hará mañana a primera hora, antes de regresar a París.
El objetivo es que pueda entrenarse con normalidad durante las próximas semanas el juicio durará hasta el 31 de octubre y disputar los dos siguientes encuentros de la Liga francesa con el PSG: ante el Ajaccio, el viernes 21 (21:00 CET/19:00 GMT), y contra el Troyes, el sábado 29 (17:00CET/15:00 GMT).
«Neymar es, de entre los acusados, el que tiene mayores compromisos, y no quiero perjudicarle, aunque sea jugador del PSG», ironizó el presidente de la Sección Sexta de la Audiencia de Barcelona, José Manuel del Amo, en su argumentación.
El magistrado ya había dispensado a Neymar y a sus padres de permanecer en la sala de vistas en esta primera jornada del juicio, donde se están dilucidando fundamentalmente cuestiones previas.
En este caso, para que el futbolista pudiera descansar tras disputar ayer domingo el clásico de la Liga francesa ante el Olympique de Marsella (1-0), donde marcó el tanto de la victoria. «Yo ya estaba en la cama cuando Neymar marcaba un gol. Lo escuché por la radio», volvió a bromear Del Amo.
El caso es que el tribunal acordó que todos los acusados puedan ausentarse durante las testificales y comparecer, en principio, el día que tengan que declarar.
La cuestión planteada por la defensa de Neymar de renunciar a la última palabra para no tener que comparecer también el último día de juicio aún está pendiente de resolución.
En el juicio oral del denominado ‘caso Neymar 20’, el Ministerio Fiscal solicita 5 años de prisión y 10 millones de euros de multa para Rosell por los delitos de corrupción en los negocios y estafa en el fichaje del internacional brasileño, para el que pide 2 años de cárcel y otros 10 millones de multa por un delito de corrupción en los negocios.
En cambio, exonera a Bartomeu, vicepresidente cuando ocurrieron los hechos, al entender que pese a firmar los contratos presuntamente fraudulentos para fichar al delantero del Santos entre 2011 y 2013 no formó parte activa de las negociaciones.
Además de Neymar, Rosell y Bartomeu están acusados el padre y la madre del jugador, para quienes la fiscalía pide 2 años y 1 año, respectivamente, de prisión por sendos delitos de corrupción en los negocios, y el exdirigente del Santos Odilio Rodrígues, para el que pide tres años de cárcel por el delito de estafa.
También serán juzgadas por su participación en el caso tres personas jurídicas: el FC Barcelona, el Santos FC y N & N Consultoria Esportiva, para los que la fiscalía solicita penas de multas de 8,4, 7 y 1,44 millones de euros, respectivamente.
Hasta el momento del traspaso al Barça, DIS era poseedor del 40 % de los derechos económicos de Neymar, tras el acuerdo que alcanzó en 2009 con el futbolista y a quien pagó el equivalente a 2 millones de euros.
Sin embargo, y aunque el Barcelona acabó desembolsando 25,17 millones al Santos por los derechos del jugador y otros 60 millones por diversos conceptos a N & N Consultoria Esportiva, la empresa familiar dirigida por el padre de Neymar, DIS solo percibió 6,8 millones por su 40 %.
Esta empresa pide 5 años de prisión por Neymar, una multa en beneficio del Estado de 159 millones de euros y una inhabilitación para su profesión de jugador mientras dure la condena.
Asimismo, reclaman una pena de cinco años de cárcel a Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, además de seis años de inhabilitación para ejercer cargos directivos y 195 millones de indemnización económica en beneficio del Estado.
En esta primera sesión del juicio, la defensa de Neymar y de sus padres argumentó que la corrupción entre particulares no está tipificada como delito en Brasil, donde se firmaron algunos de los contratos por el traspaso del jugador. Y por ello solicitó al tribunal la declinatoria de jurisdicción, al entender que no es competente para juzgar el caso.
Por su parte, el abogado de Rosell alegó que los hechos ya fueron juzgados en el caso ‘Neymar 1’, que culminó con el pago, por parte del Barça, de 5,5 millones de euros en multas por dos delitos fiscales, y que, por lo tanto, no pueden volver a juzgarse otra vez.
Esa sentencia de conformidad convirtió al Barcelona en el primer club de fútbol condenado como persona jurídica, lo que permitió exonerar de responsabilidad penal al entonces presidente, Josep Maria Bartomeu, y a su antecesor en el cargo, Sandro Rosell.