El viaje de Abinader a la ONU, pendiente de la situación por el huracán Fiona

En la ONU, Abinader tiene previsto abordar la crisis económica, sociopolítica y de violencia que atraviesa el vecino Haití.

Santo Domingo.- El viaje del presidente de República Dominicana, Luis Abinader, a Nueva York para asistir a la Asamblea General de la ONU sigue este lunes pendiente y la decisión final al respecto dependerá de la situación en el país ante los daños causados por el huracán Fiona.

«La prioridad son ahora los temas aquí, en República Dominicana», aseguró Abinader en una rueda de prensa para valorar la situación después de que esta madrugada local Fiona tocara tierra en el extremo este del país, lo que está causando fuertes lluvias e intensos vientos, inundaciones, caída de árboles y del tendido eléctrico y desalojos.

Abinader dijo que mañana decidirá en función de las circunstancias si viaja o no a la ONU, pero subrayó que, en caso de desplazarse, la estancia será por «un tiempo muy reducido».

Inicialmente estaba previsto que este lunes tuviera lugar el viaje, pero el fin de semana se decidió su aplazamiento al martes debido al huracán Fiona.

En la ONU, Abinader tiene previsto abordar la crisis económica, sociopolítica y de violencia que atraviesa el vecino Haití.

El presidente dominicano ya trató este asunto la semana pasada durante un discurso en la Organización de Estados Americanos (OEA), en el que reclamó de la comunidad internacional acciones para ayudar a Haití.

«Nos vamos a reunir con las Naciones Unidas la semana próxima y queremos que la OEA también trabaje en coordinación con la ONU para organizar una ayuda especial militar para entrenar a la Policía haitiana y esperamos que el Gobierno haitiano solicite esa ayuda especial», dijo el gobernante un día después de su intervención ante ese organismo panamericano.

Las protestas, acompañadas de violencia y saqueos, se han intensificado en Haití después de que la semana pasada el primer ministro de ese país, Ariel Henry, anunciara una próxima subida del precio de los carburantes, lo que dificultará aún más las condiciones de vida en el país más pobre de América.