Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.
Hay cosas en la vida que no nos sirven para nada ni nos hacen crecer. He escuchado muchos veces que uno es dueño de lo que calla, y esclavo de lo que habla. Eso es muy cierto.
Lo mismo sucede con las amistades, si no te van a servir para algo positivo en tu vida, sino te van a servir para crecer, más bien te van a traer cosas negativas y malas, nosotros no necesitamos esa clase de amistades hay que hacerlas a un lado.
Por eso he titulado este escrito Elimina lo que no Sirve. Y quiero contarte una historia que dice así: Un joven discípulo de un filósofo sabio llegó a la casa de éste y le dijo: Oye maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia.
Espera, lo interrumpió el filósofo. ¿Ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
¿Las tres rejas?
Si la primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?
No, lo oí comentar a unos vecinos.
Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme. ¿Es bueno para alguien?
No en realidad no. Al contrario.
¡Ah vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?
A decir la verdad, no.
Entonces, dijo el sabio sonriendo, si no es verdad, no bueno, ni necesario, sepúltalo en el olvido, y no te preocupes.
Mis queridos lectores, sepultemos las cosas que no nos sirven, dejémoslas a un lado y olvidemos de ellas, pues no nos sirven para crecer en nada.
Acuérdate siempre: Uno se dueño de lo que calla, y esclavo de lo que habla.
Los dejo con el Versículo 24, Capítulo 18, del Libro de los Proverbios que dice: “Hay amigos que conducen a la ruina. Hay amigos mejores que un hermano”.
Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.