El caso de la menor Esmeralda Richiez, de 16 años, ocurrido en una comunidad de la provincia La Altagracia, y que coloca en el centro del hecho a un profesor suyo, ha conmocionado al país.
Por las informaciones iniciales, se comenzaron a tejer una serie de conjeturas en una y otra dirección.
Sin embargo, el informe del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF), arroja luces, diciendo de manera precisa que la adolescente fue sometida a una “actividad sexual violenta”. O sea una violación que dejó una estela de huellas varios lugares antes de que el profesor regresara a la menor a su casa.
Su fallecimiento acaparó los titulares de los medios de comunicación.
A partir del primer momento circulaban las más variadas versiones del hecho.
Mientras la bandera ondeaba a media asta en el Instituto Agropecuario de Higüey, donde la joven estudiaba, durante la semana siguió lloviendo información con las más variadas versiones acerca de lo sucedido, aunque la familia asegura se encontraba al margen.
Eligio Richiez, padre de la adolescente fallecida, narró que “una noche como el domingo pasado, pues él (John Kelly) vino con unas cuantas alumnas, vino con tres alumnas y un varón montado adelante a invitar a mi hija a que fueran por ahí a los caballitos a dar una vuelta y mi esposa estaba como indecisa decirle a ella que si”.
Ante la insistencia del profesor Martínez y las otras tres menores amigas de Esmeralda, la madre cedió el permiso.
Isabel Martínez, madre de Esmeralda, cuenta bajo qué condiciones le permitió salir a su hija.