SAN FRANCISCO.- Este miércoles comenzó en los juzgados de San José (California, EE.UU.) el juicio contra la emprendedora y otrora favorita de Silicon Valley Elizabeth Holmes, acusada de un fraude millonario tras haber asegurado que su empresa Theranos había desarrollado un sistema revolucionario de análisis de sangre.
Acompañada por su esposo y su madre, Holmes entró en los juzgados en medio de una gran expectación mediática, pero se negó a responder a las preguntas que las decenas de periodistas y camarógrafos congregados le lanzaban.
Ya dentro de la sala, los fiscales la acusaron de haber mentido para lograr dinero de los inversores y convertirse en multimillonaria mientras su compañía se hundía, y de ser la urdidora de una estafa que le valió fama, honor y adoración por parte del público.
Holmes, de 37 años, saltó a la fama por supuestamente haber inventado un sistema revolucionario para abaratar los costos de los análisis de sangre, lo que la convirtió en una estrella en Silicon Valley y en el mundo empresarial en general, hasta el punto de que se la comparaba con el cofundador de Apple Steve Jobs.
Su compañía Theranos, fundada en 2003, atrajo rápidamente el interés de los inversores por el gran potencial de esos supuestos análisis de sangre y convirtió a su fundadora en multimillonaria a los 31 años.
En lugar de los test tradicionales, Holmes aseguraba que había inventado una nueva tecnología que permitía llevar a cabo complejos y costosos análisis de sangre de forma mucho más simple y requiriendo tan solo una o dos gotas extraídas del dedo del paciente.
Su costo era de una cuarta parte o incluso inferior con respecto a las pruebas tradicionales llevadas a cabo en los dispensarios médicos, lo que llevó a la cadena de farmacias estadounidense Walgreens a asociarse con Theranos para ofrecer los supuestamente revolucionarios test en sus tiendas de California y Arizona.
Sin embargo, el diario The Wall Street Journal publicó a finales de 2015 una serie de artículos de investigación en los que ponía en duda la credibilidad de los análisis de Theranos y acusaba a la compañía de, entre otras cosas, diluir las muestras de sangre obtenidas de los pacientes para aumentar su volumen.
Estas acusaciones hicieron que el Departamento de Justicia de EE.UU. presentara cargos contra Holmes y el expresidente y exconsejero de operaciones de la compañía, Ramseh «Sunny» Balwani (expareja sentimental de Holmes), a quienes acusó de haber engañado a los inversores, a los doctores y a los pacientes.
En caso de ser hallados culpables, los dos máximos responsables de la empresa se enfrentan a penas de hasta 20 años de prisión y una multa de 250.000 dólares cada uno, además de tener que devolver el dinero a quienes hayan sido estafados.
La empresa Theranos se disolvió en septiembre de 2018.