Tenemos que tener cuidado en pasar la pagina de la historia reciente con tanta rapidez. Ausente de verdaderos hechos. Esta carta fue recibida través de un amigo que paso por esta experiencia. Por razones de seguridad preferimos dejar su nombre en el anonimato…
El primero febrero de 2004 fuimos informados de que nos trasladarían con 149 militares más al convulso país de Irak. Nos trasladaron a Boston en primer lugar en donde estuvimos allí 3 días, después hasta Irlanda del norte 2 días y finalmente a Frankfurt Alemania día y medio. Después volamos hacia Kuwait, a los dos días en transporte terrestre nos llevaron al desconocido, para nosotros, Irak.
En unos edificios destinados a la practica de estudios de la anatomía humana. Allí nos encontramos con miembros de la legión española y muchos norteamericanos… contrariamente a lo que se dice de el ejercito gringo su tratamiento hacia los demás no es de mucho agrado. Al otro día quien me tocaba puesto de vigilancia en un segundo piso, desde allí veía a una persona que se acercaba a nuestro cuartel con comportamiento extraño.
Cuando fui a informarlo por radio en ese mismo momento el sujeto exploto. Era uno de los clásicos suicidas que entienden que al morir de esa forma se pasa a la presencia del señor… imagínense ustedes la impresión que me causo, nunca había visto eso. Estaba nervioso y porque no decirlo estaba asustado, sentí miedo.
Solamente tuvimos un combate largo que duro desde la 12:00PM hasta las 6:00AM. Éramos de el segundo envió de tropas (150 cada envió) y veíamos como al llegar nuevos contingentes de otros países se le entregaba una tarjeta para que pudiesen llamar a su país y con la misma cubrían tres horas de llamadas. Cuando fue nuestra sorpresa, la nuestra, se nos entrego a los dos meses y medio.
No sabíamos nada de nuestra familia ni ellos de nosotros. La comida era muy buena, nunca nos falto y podíamos comer de un bufete con diferentes platos y servirnos cuanto quisiéramos. Estresados como es lógico en un país de idiomas y costumbres distintas convulsábamos y pensábamos del nuestro.
Tuve la oportunidad de conocer uno de los tantos palacios de Saddam en el pueblo de babilonia (conocí una de las siete maravillas del mundo. sus jardines) en donde se encontraban salones inmensos tapizados con billetes de 100 Dólares, que de forma delicada quitaban los señores de los ojos azules. Sacaban de los baños los inodoros y demás cosas de oro macizo. Nunca pensé que una persona tuviera tanto en un país de tanta miseria, varias piscinas, una de ellas que parecía un brazo de mar. Pude palpar el odio que le tenían los kurdos a lo chiitas y vi en la carretera una especie de gitanos que traían de tras de sí una cantidad sorprendente de camellos.
Los días en el campamento se sucedían y eran largos, interminables. Las tormentas de arena nos obligaban a cubrirnos el cuerpo y toda la cara con una especie de escafandras especiales.
Tantos hombres solos hay deseando con encontrarnos con nuestra amiga, novia, mujer etc… lo único era que sucediera la vuelta a la adolescencia. «La masturbación« le robamos la revista porno a los gringos y no las pasábamos para hacernos la de la semana. Había un coronel que nos la pedía prestada en varias ocasiones…
Nos bañábamos con aguas que se podían beber porque los ríos de este país están contaminados en mas de un 70% de bacterias peligrosas que lo produce un animal parecido a la vaca que vive dentro del agua. «El Bisonte«
Nunca pudimos ni debíamos interactuar con las familias de este legendario país. Como era bachiller conocía bastante sobre las historias, las tradiciones las ruinas y el valor arqueológico de ciudades como Bagdad. Algunas de ellas fueron destruidas porque eran enclaves militares, las Ciudades están llenas de basura se tira donde quiera y nunca se recoge, donde hay olor fétido muy fuerte en la misma y puedes ver que la mayoría de las personas comen de las famosas «pan pita« conocidos por nosotros con carne de ovejo con una salsa tradicional coiscuo de sabor fuerte.
El comportamiento de los dominicanos en general fue muy bueno tomando en consideración que estábamos muy lejos de nuestra patria y algunos pasaban por unos momentos de estrés peligroso.
No lo niego, sentí mucho miedo en algunos momentos llegue al extremo de orinarme encima en ocasiones por el inminente daño que podría venir hacia mí.
Al cabo de seis meses al regresar todos vivos a nuestra tierra abrazamos a nuestros seres queridos y esperábamos la recompensa ofrecida. Nos dieron el rango superior inmediatamente que nos tocaba. Después de un mes nos llevaron todos a la secretaria de la fuerzas armada al salón de los Generales, y allí se encontraba el discutido embajador norteamericano Hans Hertel junto a los jefes de los diferentes cuerpos armados el mío era el ex General Zorrilla Ozuna ayer blanco hoy morado. Nos entregó un sobre conteniendo algo que no fue lo ofrecido. Se hizo la magia de cambiar US$35,000 dólares en RD$35,000 pesos. Al parecer nuestros superiores se convirtieron en magos y nos hicieron el truco del pañuelo y la paloma y haciéndonos kacupt y no nos dejaron agachar.
Nuestros superiores siguen siendo a todos los niveles civiles o militares las famosas Boas que hablaba el Dr. Balaguer…