Falta evidencia científica, sobra transcendencia, sobran casos.
A pesar de no haber pruebas de la relación directa entre el virus del zika y la microcefalia, el Ministerio de Salud de Brasil ha confirmado 5, 280 casos de recién nacidos con microcefalia. Semejante población con malformaciones congénitas no es la envidia de ningún país.
Como el alcance del virus zika durante el embarazo es grave, las medidas para evitar la microcefalia son urgentes, no pueden esperar. Son impostergables. 5, 280 bebés con microcefalia cuestionan el derecho a una vida digna; para el recién nacido, para la madre, y para la familia. El estado también se resiente, tanto que Oníschenko, auxiliar del primer ministro de Rusia, lo compara con un arma biológica.
La infección producida por el virus zika no es una enfermedad grave: la mayoría de las personas se recuperan sin necesidad de ser hospitalizado. Las molestias en general se limitan a fiebre, vómitos, fuertes dolores en articulaciones, y lesiones en la piel. Tiene una duración de cuatro a siete días, con una alta tasa de recuperación.
La alarma mundial por el virus zika se debe a su relación con malformaciones congénitas, entre ellas las generadas por microcefalia. La directora de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la doctora Margaret Chan ha llegado a decir de forma enérgica que: “No podemos tolerar que sigan naciendo más niños con malformaciones”.
El brote del zika ya afecta a más de 20 países en Latinoamérica y el Caribe. La isla la Hispaniola no está exenta. Es inminente proporcionar información para controlar el mosquito portador del virus. Sí podemos controlar el mosquito, evitamos las secuelas.
La población diana son las mujeres embarazadas, las que se quieren embarazarse y las que, sin desear un embarazo, tienen relaciones sexuales sin anticoncepción. En el vientre de las mujeres descansa la envergadura, el poder del zika.
Es imperioso ofrecer a las mujeres la información necesaria para protegerse a sí mismas y a sus bebés del virus zika. Monitorear las embarazadas que han padecido del virus zika, y evitar los embarazos no deseados. Interrumpir un embarazo no está dentro de las opciones legales.
Hasta nuevas evidencias, la manera más efectiva para evitar un embarazo es la abstinencia; luego el uso de métodos anticonceptivos. La primera opción parece inviable, contra natural.
Es momento de reforzar el acceso a los métodos anticonceptivos, incluso en población con vida sexual activa menor de edad.
Debemos estar a la altura de las circunstancias. !Que las secuelas del zika nos agarren confesados!
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