Redacción internacional.- La noche del 1 de octubre de 2024 quedará marcada como un hito en la historia de los crímenes del Reino Unido. Julian Mead, un hombre de 40 años oriundo de Aspley, Nottingham, se convirtió en el primer individuo acusado bajo la recién instaurada Ley de Secuestro de Mascotas.
La legislación, promulgada en agosto de este año, había sido diseñada para combatir el creciente número de robos de perros en el país, pero pocos imaginaban que su primera aplicación vendría acompañada de violencia extrema. Aquella noche, un perro fue robado de una propiedad en Bells Lane, Cinderhill, en Nottingham (Inglaterra) tras un brutal asalto que dejó a una mujer malherida en plena calle, informó la policia local.
La llamada a los servicios de emergencia llegó poco antes de las 9:30 p.m. Los agentes encontraron a la víctima, una mujer de unos cuarenta años, tendida en el pavimento. Sufría graves heridas que, aunque no ponían en peligro su vida, requerían atención médica inmediata.
La llevaron al hospital, mientras los detalles del ataque comenzaban a esclarecerse. Había ocurrido en las cercanías de la propiedad de la que, momentos después del ataque, desapareció el perro. La conexión entre ambos hechos no tardó en aparecer.
El hombre fue rápidamente arrestado y acusado, no solo de secuestrar al perro, sino también de intento de asesinato. La violencia del ataque sorprendió incluso a los agentes más experimentados. Armado y peligroso, Mead habría amenazado a la víctima con un arma ofensiva, golpeándola antes de huir con el animal.
El inspector detective Julian Eminson-Ferry, encargado de la investigación, describió la situación en un comunicado oficial de la policía de Nottingham: “Fue una agresión muy grave y me complace que hayamos podido acusar a un sospechoso. Nuestra investigación sobre lo ocurrido continuará ahora”.
Además, pidió la solidaridad de la comunidad para encontrar a la mascota de la víctima: “El paradero del perro robado sigue siendo desconocido y me gustaría pedirle a cualquier persona que tenga información al respecto que se presente”.
El pasado de Mead no es el de un hombre ajeno a la violencia. Apenas dos años antes de este brutal ataque, el hombre ya había sido condenado por un incidente de violencia doméstica. En octubre de 2021, una discusión en su casa de Whitemoor, Nottingham, terminó en una agresión física cuando estranguló a una mujer y le golpeó la cabeza contra la pared de la cocina.
El impacto le causó un dolor intenso en el cuello y la cabeza, dejándola derrumbada en el suelo. A pesar de la gravedad de los hechos, Mead fue sentenciado a solo 12 meses de prisión tras declararse culpable de agresión con daño corporal. También se le impuso una orden de restricción de tres años.
El robo de perros se convirtió en un problema alarmante en el Reino Unido, una tendencia que la nueva ley busca frenar. Según cifras recientes, se estima que más de 2.290 perros fueron sustraídos en 2023, lo que representa un aumento del 6% en comparación con el año anterior, según información del medio británico Sky News.
Con 13,5 millones de perros en el país y el 28% de los adultos británicos teniendo al menos un perro como mascota, estos robos no solo son un golpe emocional para las familias afectadas, sino también un lucrativo negocio para los delincuentes, agregó el medio.
Las cifras, sin embargo, revelan una realidad desoladora: cada día, seis perros son robados en promedio, y solo uno de cada cuatro logra reunirse con sus dueños, según informó otro medio británico Daily Mail. El temor a ser la próxima víctima es palpable entre los propietarios, quienes buscan medidas de protección más estrictas para sus mascotas.