Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2018 había 20,1 millones de personas sin acceso a servicios de salud, mientras que en 2024 la cifra aumentó a 41,9 millones.
Ciudad de México.— El acceso a los servicios de salud en México ha sufrido un retroceso crítico entre 2018 y 2024.
En este periodo, la población sin cobertura médica pasó del 16 % al 34 %, lo que representa un aumento de 21,8 millones de personas, según alertaron expertos durante un foro organizado por Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
De acuerdo con datos del INEGI, en 2018 había 20,1 millones de personas sin acceso a salud; para 2024, la cifra subió a 41,9 millones. Esta situación afecta de forma desproporcionada a los hogares más pobres, profundizando las brechas de desigualdad social.
En el decil I el de menores ingresos, hay 9,7 millones de personas sin acceso a servicios de salud, en contraste con 1,8 millones en el decil X, el más alto. Además, ocho estados del país concentran más del 40 % de población sin cobertura, entre ellos Chiapas, Puebla, Oaxaca y Estado de México.
Paulina Gutiérrez, directora operativa de Acción Ciudadana, calificó esta situación como una alarma roja y pidió reformas profundas en la política pública. “Urgen acciones que reviertan este retroceso y garanticen servicios de salud con calidad y equidad, especialmente para quienes viven en pobreza extrema”, enfatizó.
Según el INEGI, el 75 % de las personas en pobreza extrema (5,2 millones) y el 59 % de quienes están en pobreza moderada (22,6 millones) no cuentan con acceso a servicios médicos.
El fenómeno también impacta a la población ocupada. Actualmente, el 36 % de los trabajadores —unos 22,7 millones— carecen de atención médica, con mayor incidencia en los sectores que perciben bajos ingresos.
Carlos Vázquez, de México Evalúa, explicó que la desigualdad en el acceso a salud está directamente ligada a la situación laboral. “El 34 % se atiende en el sector público, el 66 % en el privado y el 6 % simplemente no se atiende”, detalló.
Además, los gastos en salud han aumentado para los hogares. En 2024, las familias mexicanas gastan un promedio trimestral de 480 pesos en medicamentos, más del doble que en 2018, cuando la cifra era de 222 pesos.
Por su parte, Judith Méndez, del CIEP, advirtió sobre la disminución del presupuesto público destinado a salud. Mientras en 2018 se destinaba el 4,6 % del PIB, para 2026 se proyecta una caída hasta el 1,7 %.
Los especialistas coincidieron en que México necesita un sistema de salud universal, eficiente e integral, que no dependa del estatus laboral de las personas. “La salud es un derecho, no una prestación. Revertir el deterioro debe ser una prioridad nacional”, concluyeron.