Santo Domingo.- En esta Semana Santa, la Iglesia católica hace una reflexión en torno a los acontecimientos actuales, con base en las últimas palabras pronunciadas por Cristo antes de morir.
Desde la Catedral de Santo Domingo, el Obispo auxiliar de Santo Domingo, Mons. José Amable Durán, se refirió a la primera palabra:
1.Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen. (Lc 23, 32-34)
Sobre esta primera palabra el Obispo, una vez más reiteró su rechazo al aborto.
Consideró que hoy Jesús sigue siendo vendido, negado, traicionado, humillado y escarnecido en los millones no nacidos porque son cruel y vilmente asesinados en el vientre de sus propias madres.
Además se refirió a los niños y adolescentes víctimas de violaciones, y a los múltiples feminicidios.
Así como también, los presos que viven en condiciones inhumanas, en las grandes masas empobrecidas por las injusticias de los depredadores del erario público y los que engordan evadiendo impuestos para acumular y amasar grandes fortunas.
2.Segunda palabra: En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso (Lc 23,39-43)
Sobre esta palabra, el Monseñor Faustino Burgos Brisman, ha puesto como ejemplo la búsqueda constante del ser humano de llegar al paraíso. Y como “desafortunadamente, muchos lo buscan por senderos equivocados”
Expresó que “el consumismo, el afán de poder y de poseer, cierran la visión hacia la vivencia de valores y a la trascendencia”.
Hace un llamado al Gobierno actual, a proporcionar a la familia, ente focal de nuestra nación, de las oportunidades necesarias que le ofrezcan estabilidad y seguridad social.
3.Tercera palabra: Mujer, ahí tienes a tu hijo. Luego, dijo al discípulo: Ahí tienes a tu madre (Jn 19, 25-27)
En referencia a la tercera, el Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, Monseñor Francisco Ozoria Acosta, quien por primera vez pronuncia una de las Siete Palabras, añadió que todos los discípulos de Dios deben reconocer esa maternidad de María y sentirse amados y cuidados por ella como sus hijos. “Podríamos decir que el mejor regalo de Jesús, nos lo hizo desde la cruz al entregarnos a su Madre como nuestra Madre”.
Recomienda cultivar una relación permanente y seria con María, imitarla en sus actitudes y acciones. Imitarla en su sensibilidad ante los problemas y las necesidades de los demás.
4.Cuarta palabra: Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado? (Mt 27 45-49)
En la cuarta, el Obispo Cecilio Raúl Berzosa Martínez, compara el grito de Jesús en la cruz al pensar que el Padre lo había abandonado, con el grito de dolor encarnado en la actualidad de hermanos y hermanas dominicanos de hoy que se encuentran en abandono.
Tal es el caso de los niños haitianos y dominicanos en barrios como Café, de Herrera; los niños y niñas de la calle; los niños y niñas especiales no suficientemente atendidos, ni tampoco a sus madres: niños ciegos, sordos, o con enfermedades poco comunes; el hacinamiento de presidiarios en nuestras cárceles; los cientos de hermanos sin techo, abandonados a su suerte, en nuestras calles; enfermos que no tienen acceso digno a los centros de salud.
El Obispo también hizo referencia a los fallecidos en total soledad por la epidemia del Covid, a los que están en los semáforos, vendiendo para sobrevivir; los migrantes sin papeles ni documentación; tantas adolescentes embarazadas y repudiadas.
“En todos ellos, y en otros muchos, Jesús sigue gritando hoy al Padre: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?», agregó.
5. Quinta palabra: Tengo sed (Jn 19, 28-29)
Sobre la quinta palabra y su aplicación en la vida, el Obispo Auxiliar de Santo Domingo, Monseñor Dr. Ramón Benito Ángeles Fernández, ha expuesto que el país vive momentos amargos que muchas personas desean escapar de la realidad. Y por eso tantas personas abusan del alcohol, de las drogas ilegales y de los medicamentos recetados.
“Por eso tantas personas buscan en la música estruendosa, en el baile y en el “vacilón”, la felicidad que no encuentran en sus vidas diarias”.
Recuerda que solo el Espíritu, Amor del Padre y del Hijo, puede hacer posible la liberación y redención.
6.Sexta palabra: Todo está cumplido (Jn 19,30)
En la sexta ha aprovechado para hablar de los que aspiran a una vida alegre, feliz, exitosa; pero basan su proyecto de vida en el mínimo esfuerzo; no les gusta superarse a través del estudio, les basta tratar de hacerse famosos a través de las redes sociales; o peor aún, buscar el dinero rápido de la droga o el robo.
“Sin embargo, no hay vicio que con la asistencia de Dios no pueda ser superado, y no hay razón para temer que Dios se rehusará a ayudarnos”.
7.Séptima palabra: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu (Lc 23 44-46).
En la séptima y última, Reverendo Padre, Domingo Legua Rudilla, habó sobre algunos servidores públicos que no saben hacer lo que les corresponde.