Washington.- Un equipo de trabajadores del Departamento de Transporte de Washington realizaba días atrás lo que parecía ser una rutina más de desalojo en un campamento de personas sin hogar en Seattle, Washington, Estados Unidos. Sin embargo, mientras limpiaban escombros, encontraron algo inesperado.
La peste inconfundible que emanaba de un gran bolso los hizo detenerse. Dentro, encontraron el cuerpo en descomposición de Shannon Marie Caslin Reeder, una mujer de 37 años que había desaparecido casi un año antes, en noviembre de 2023.
Reeder, quien había residido en esa misma área antes de desaparecer, no había dado señales de vida desde entonces. Las alarmas entre sus conocidos saltaron cuando no respondió a los mensajes de cumpleaños unos meses antes del macabro hallazgo, según el medio local Fox 13 Seattle.
Sin embargo, recién en la mañana del 27 septiembre, cuando los restos de Shannon fueron descubiertos, las autoridades confirmaron su trágico destino.
En la actualidad, los detectives de la Patrulla Estatal de Washington (WSP) trabajan intensamente para reconstruir los últimos momentos de la vida de Shannon. Están recopilando detalles sobre sus movimientos antes de su desaparición en noviembre de 2023.
A pesar de los esfuerzos por obtener información de los residentes del campamento y de aquellos que la conocían, el caso sigue envuelto en incógnitas.
Los investigadores están entrevistando a amigos, familiares y cualquier persona que pudiera haber tenido contacto con ella en los meses previos a su desaparición, tratando de establecer una cronología precisa de sus pasos. Según informes, los detectives están revisando cámaras de seguridad y otras posibles pistas que puedan arrojar luz sobre cómo llegó su cuerpo a terminar en un bolso en ese campamento, según afirmó la WSP en un comunicado.
LA WSP también hizo un llamado desesperado al público. Solicitó que cualquier persona que hubiera tenido contacto con Shannon en los meses previos a su desaparición o que posea información relevante sobre su muerte, se ponga en contacto con las autoridades.
Su amiga de la infancia, Caitlyn Andrews, compartió con FOX 13 Seattle los recuerdos de una joven espontánea y optimista, con una alegría que iluminaba a quienes la rodeaban.
“Shannon era una chica tonta, espontánea y despreocupada. Un nuevo brillo de labios, zapatos nuevos y era una chica feliz”, contó Andrews. Sobre lo que representaba en la actualidad para ella, agregó: “Era una hermana más para mis hermanos y para mi familia, una hija más. Mucha gente la amaba y la conocía”.
Sheila Brashler, otra amiga cercana, expresó su dolor y sorpresa a través de una publicación en Facebook, según People. En el comunicado compartió fotos de momentos que vivieron juntas y confesó lo devastador que fue perder a alguien tan importante en su vida. “La risa de Shannon fue un bálsamo en los momentos difíciles”, escribió Brashler, quien describió a Shannon como su mejor amiga y confidente.
Juntas, compartieron sus “sueños, miedos y momentos mundanos”, y esa conexión profunda hace que su ausencia sea aún más dolorosa. Además, cerró: “Al honrar su memoria, me esfuerzo por vivir como ellos hubieran querido: plenamente y sin miedo”.