En tanto la política se mercantiliza y las elecciones y la política se convierten en un gran negocio, las encuestas se convierten en instrumentos de las inversiones capitalistas “reproductivas” en el “mercado” electoral y en el sistema político.
El acierto o no de las encuestadoras resulta un dilema de final de campaña solo por las firmas capaces de manejarse con cierto apego a su “solvencia” futura; y siempre es obviado por casi todas en los periodos previos a las votaciones, asumiendo entonces el papel de instrumentos de campañas electorales al servicio de uno u otro partido.
Las características de las preguntas, el momento y la forma en que se hacen, las inclusiones, exclusiones y alteraciones, tiende a influir en los resultados del momento, que a su vez impactan la conciencia colectiva a futuro.
El gran volumen de dinero que se mueve en publicidad y sondeos…la enorme corrupción empresarial y estatal que la acompaña, interviene y condiciona las transacciones entre partidos, medios de comunicación, Estado y empresas privadas.
El partido más rico, que coincide casi siempre con el que gobierna, tiene mayor capacidad de captar el mayor número de empresas y medios.
Igual, esa instancia política decide el momento que más le conviene el sondeo y condiciona los resultados a publicitar, lo que explica tanto los silencios prologados de ciertas encuestadoras como sus reacciones actuales.
En los porcentajes a proyectar están presentes las conveniencias y estrategias particulares.
Ahora al PLD-Gobierno le conviene presentarse arriba y muy distante del PRM-Convergencia, para que la tendencia al estrechamiento de la brecha no se perciba como amenaza.
Al PRM-Convergencia le es útil presentarse abajo pero cerca y creciendo, para potenciar la percepción de fuerza amenazante con cierta credibilidad.
Ambos esconden sus respectivas realidades y deforman la verdad.
A los dos le conviene esconder los montos reales de la abstención, como exagerar la polarización y el desinfle real o ficticio de las corrientes minoritarias independientes para captarlas. En estas elecciones el sistema auspicia el bipartidismo y cierto cogollo empresarial el bipartidismo con continuismo
Los “chiquitos” autónomos, aun con potencialidades de crecimiento, o no disponen de fondos para encuestas y grandes campañas, por lo que sus débiles esfuerzos serán apabullado por el oro corruptor y la publicidad alienante. Y a esto llaman democracia.
Con esas reservas deben ser leídos los números actuales y los que le sucederán en cada caso, lo que posibilita identificar manipulaciones y complicidades.