NUEVA YORK.- Uno de los principales sindicatos de enfermeros de Nueva York, NYSNA, criticó este viernes la decisión de las autoridades estatales de levantar la obligación de llevar mascarilla en espacios públicos a las personas totalmente vacunadas, que entró en vigor esta semana.
«La Asociación de Enfermeros del Estado de Nueva York continúa apoyando con fuerza la política del uso obligatorio de mascarillas, sobre todo en lugares en los que no se puede garantizar el distanciamiento social y cuando no se puede determinar si un individuo ha sido totalmente vacunado», aseguró el sindicato en un comunicado.
Para los enfermeros, el uso obligatorio de la mascarilla, frente al uso voluntario, protege a los grupos más vulnerables, como los ancianos, las personas con condiciones médicas previas y a las personas discriminadas por motivos raciales.
«El uso obligatorio de mascarillas en lugares públicos parece ser una solución eficaz, justa y socialmente responsable para frenar la transmisión de virus en el aire, (mientras que) las políticas de uso voluntario de mascarillas pueden tener consecuencias sociales y de comportamiento aún desconocidas relacionadas con la eficacia de la medida», subraya la nota.
Además, sostienen que el uso voluntario de la mascarilla puede resultar en que aquellos que decidan ponérsela «sean juzgados como personas pertenecientes a un grupo de riesgo».
«Dado que se necesita un alto cumplimiento para la efectividad del control de las infecciones, se deben implementar políticas públicas que fomenten o hagan cumplir el uso de mascarillas», concluye el texto publicado hoy por la NYSNA.
Desde este miércoles, los neoyorquinos totalmente vacunados pueden optar por no taparse nariz y boca en la mayoría de lugares públicos, con la excepción de los medios de transporte, hospitales, geriátricos y otras instalaciones.
Las autoridades tomaron esta medida después de que los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, en inglés) actualizaran su guía sobre máscaras y distanciamiento social.
El pasado 13 de mayo, la directora de los CDC, Rochelle Walensky, aseguró que «todo aquel que esté completamente vacunado puede participar en actividades en el interior y el exterior, grandes y pequeñas, sin tener que llevar mascarilla o guardar una distancia física. Si está completamente vacunado, puede comenzar a hacer las cosas que dejó de hacer por la pandemia».