La expresión “enseñar el refajo” es popular en el periodismo político. Los caribeños llamamos refajo a la prenda interior femenina, casi íntima, similar a las enaguas españolas, que disimula las formas del cuerpo de mujer que viste falda o vestido. Ergo, enseñar el refajo es un descuido imprudente que muestra lo que no se debe.
Y eso ha hecho la facción leonelista al proponer a los danilistas asignar por acuerdo de aposento 142 candidaturas legislativas y municipales de las próximas elecciones. La propuesta es antidemocrática, quizás inconstitucional, y contraria a toda sensatez electoral.
Recuerdo lo del refajo, porque voceros leonelistas están desgañitados alegando equivocadamente que una reelección de Danilo Medina, si es revocada la disposición constitucional que lo inhabilita solo a él, haría peligrar la democracia. En su delirio ven asomos dictatoriales, una aberrante alucinación y más en un 30 de mayo.
Pero para asegurar espuriamente la candidatura de Leonel Fernández, ofrecen repostular para ser reelectos a todos los alcaldes, diputados y senadores del PLD. Así, ¿los leonelistas “comprarían” al Congreso?