Dear Wendy Sherman: Admiro la paciencia de Abinader con Estados Unidos, aunque sean un bully. Cualquiera menos frío y sagaz los habría descartado como amigos (aunque sólo tengan intereses) por tanto ninguneo inmerecido mientras China sigue atenta para cortejar a despechados. Son muchos agravios.
Blinken fue incapaz de justificar su mentiroso aviso contra viajar aquí dizque por discrimen contra negros. Prohibieron exportarles azúcar alegando esclavitud, sin producir ningún caso que sustente esa infamia. Promueven agresivamente agendas LGBTQ alegando discrimen, pero sus diplomáticos homosexuales prefieren venir aquí y no en Ghana, Haití, Jamaica o Arabia Saudita. Quieren quebrar nuestra agropecuaria sin pensar que lo hicieron en Haití empeorando su hambruna.
Promueven el imperio de la ley y el debido proceso, excepto con respecto a nuestra Constitución y leyes migratorias en el tema de la inmigración ilegal, que es el meollo de su presión por todo lo anterior. ¿Cómo entendernos si insisten en pedir algo imposible? Somos socios con ideales democráticos similares. Combatimos la corrupción y el narcotráfico. Con pocos amigos, deberían ser menos hostiles. O nosotros buscarles el pichirrí y apretarlo. Welcome to DR.
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