REDACCIÓN.- En la constante búsqueda de alimentos que beneficien nuestra salud, un estudio reciente ha arrojado luz sobre un queso tradicional que podría ser un aliado inesperado: el Jarlsberg de Noruega. Este queso en concreto es el más adecuado para fortalecer los huesos y los dientes sin perjudicar los niveles de colesterol.
El Jarlsberg, un queso suave y semiblando originario de Noruega, se ha mostrado prometedor en el aumento de los niveles de osteocalcina, una hormona vital para la salud ósea y dental. El estudio, que involucró a 66 mujeres sanas, consistió en añadir a sus dietas una porción diaria de 57 gramos de Jarlsberg o de 50 gramos de Camembert durante seis semanas. Tras este período, los grupos intercambiaron los quesos que consumían.
El estudio que revela cuál es el queso más saludable
A pesar de tener contenidos similares de grasa y proteína, el Jarlsberg se distingue por su riqueza en vitamina K2 (menaquinona), un nutriente esencial para la salud ósea. Los análisis de sangre realizados a las participantes revelaron que, tras seis semanas de consumo de Jarlsberg, se registró un aumento significativo en los marcadores bioquímicos clave del recambio óseo, incluida la osteocalcina, y en los niveles de vitamina K2. Por el contrario, el grupo que consumió Camembert no mostró cambios significativos en estos aspectos.
El estudio también exploró los efectos del consumo de estos quesos sobre los niveles de grasa en sangre. Aunque ambos grupos experimentaron un aumento en estas, el cambio a Jarlsberg resultó en una disminución significativa de los niveles de colesterol total y LDL (el llamado «colesterol malo»). Este hallazgo sugiere que el Jarlsberg podría ser beneficioso no solo para la salud ósea sino también para el perfil lipídico.
¿Qué hace al queso Jarlsberg tan especial?
La clave de los beneficios del Jarlsberg parece residir en su alto contenido de vitamina K2, un nutriente menos conocido pero crucial para la salud ósea. La vitamina K2 juega un papel importante en la regulación del calcio en el cuerpo, facilitando su incorporación en los huesos y dientes y previniendo su acumulación en las arterias, lo cual es vital para la salud cardiovascular.
Dado su perfil nutricional y los resultados del estudio, incorporar una pequeña porción diaria de Jarlsberg en la dieta puede ser una estrategia saludable, especialmente para aquellos preocupados por la salud de sus huesos. Sin embargo, como con cualquier alimento, es importante consumirlo con moderación y dentro de una dieta equilibrada.
En conclusión, el queso Jarlsberg emerge de este estudio como un alimento sorprendentemente beneficioso para la salud ósea y cardiovascular. Su contenido único de vitamina K2 lo distingue de otros quesos y lo convierte en una opción interesante para aquellos que buscan mejorar su salud de manera deliciosa y nutritiva. Este estudio añade una nueva perspectiva a la nutrición y la salud, destacando cómo un alimento cotidiano puede tener efectos significativos en nuestro bienestar general.
Este descubrimiento subraya la importancia de la investigación continua en el campo de la nutrición y abre nuevas puertas para explorar los beneficios de los alimentos tradicionales en nuestra salud.