SAN JUAN.- Las once mujeres haitianas que fallecieron el pasado mayo al hundirse la embarcación en la que viajaban con destino a Puerto Rico fueron despedidas con una emotiva ceremonia y enterradas este miércoles en San Juan.
Lunique Jean Pierre, Woodeline Towssaint, Smeralda Presrochea Verrier, Saint Ursule Marliol, Shmid Bunie Bigord, Shilove Louguerre, Echeler Meralus, Lucner Marieal, Wendy Aristeme, Erlie Cermelud y Dania Jean Pierre fueron las víctimas del trágico naufragio.
Las mujeres fueron identificadas con sus nombres por el sacerdote haitiano residente en Puerto Rico Leonard Prophil durante la misa de difuntos, celebrada en la Parroquia Santa Teresa en Santurce, una barriada popular donde residen comunidades de dominicanos y haitianos.
Luego de ser veladas en la Funeraria Ehret en San Juan, los once ataúdes fueron transportados hasta la mencionada parroquia, adonde acudieron residentes haitianos en Puerto Rico, muchos de los cuales no pudieron contener las lágrimas.
También estuvieron presentes en la ceremonia el alcalde de San Juan, Miguel Romero, y Valerie Rivera, directora de la Oficina de Desarrollo Integral de la Mujer del Municipio de San Juan.
Rivera aprovechó la ocasión para pedir «el mayor rigor al procesar criminalmente a quienes se lucran» de realizar estos viajes ilegales, como el que comandó el dominicano Fermín Montilla con este grupo de migrantes.
Montilla, el capitán de la yola, enfrenta cargos por intentar transportar de forma ilegal a los migrantes y, de ser declarado culpable, podría ser condenado a cadena perpetua, una multa o ambas penas a discreción del tribunal.
«A esos que paguen sus crímenes y no queden impunes. Pese a la tragedia, lo positivo que nos quedan son los abrazos», reflexionó Rivera.
Pidió además ser «solidarios con los que sufren con misericordia y vivir en solidaridad» ante el suceso, ya que todo el mundo comparte «el mismo anhelo de vivir mejor».
Tras la celebración religiosa, que estuvo presidida por el sacerdote católico Rodney Algarín y Prophil y amenizada por la música de la banda de la Congregación Mita, las once mujeres fueron enterradas en el Cementerio Municipal de Cupey (San Juan).
Un grupo de empresas, iglesias y otras entidades locales de Puerto Rico han ayudado a la comunidad haitiana para poder celebrar una ceremonia digna de despedida a las fallecidas en el naufragio.
Según la Guardia Costera estadounidense en Puerto Rico, se desconoce el número exacto de migrantes que realizaron el viaje y ellos pudieron rescatar con vida a un total de 38, además de los once cuerpos.
La embarcación que naufragó el 12 de mayo provenía de República Dominicana, pero la mayoría de los migrantes en esta ocasión eran de nacionalidad haitiana.
La nave volcó a aproximadamente 10 millas náuticas (18 kilómetros) al norte del islote puertorriqueño de Desecheo, ubicado en el Canal de Mona, que separa República Dominicana y Puerto Rico y es una ruta habitual de migración.