SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Tres de cada cuatro diplomáticos en el servicio exterior de nuestro país son botellas. Han escuchado bien, 3 de cada 4, o sea un 75 por ciento. Según la más reciente investigación de la revista La Lupa sin Trabas, los millones que se van en sueldos equivalen a mil 400 millones de pesos anualmente.
Cómo le explicamos eso a un país donde hoy se acaba de aprobar en segunda lectura la Ley de Salarios en el sector público. Ley que le pone límites a los salarios de los funcionarios.
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Lamentablemente, el Ministerio de Relaciones exteriores está excluido de esta Ley, tal y como si fuera una institución descentralizada, que no lo es. O sea, estos diplomáticos que en muchos casos no son tales, porque no son de carrera, ni residen en los países a donde están designados, ganan 5 y 6 mil dólares mensuales, o más de 240 mil pesos, salarios que representan 900 y 1000 millones a personas que ni trabajan en el servicio exterior.
Cómo le explicamos esto a un policía que comienza ganando 5 mil pesos mensuales o a un maestro que percibe menos de 9 mil.
Mi disco duro no registra cómo explicar que la Cancillería tiene designada 76 personas ante la ONU, aunque el organismo sólo tiene registrado en el libro de Misiones Permanentes a 26, es decir que las restantes 50 personas no trabajan y cobran 60 mil 350 dólares al mes.
Sé que esto es un mal que se ha transferido de gobierno en gobierno, sin importar qué partido está en el poder. Sin embargo, es hora de que el Presidente Medina haga lo que nunca se ha hecho en este ministerio.