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“Eres tu una buena persona”

Las personas buenas se permiten el placer de acercarse a los demás y preocuparse por su felicidad. Han llegado a comprender que es el amor lo que marca toda la diferencia en la vida.

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Un cordial saludo a mis queridos lectores.

¿Es usted una buena persona? Saben madrugar con el sol, saludas con amor cada amanecer, estás alegres, activas y optimistas; hablas poco y con sencillez; no hablas mal de nadie; elogian, estimulan, y sirven sin interés, tienen para los demás un buen deseo, no hablan de sí mismo, saben perdonar, no maldicen, no exageran, ni tergiversan. Las personas buenas procuran ser pacientes hacen algo por la felicidad de otros, concedes la razón y no disputas, conocen tus errores y tus limitaciones, no creen en labios poderosos, ni mejores que los demás, no humillan ni acusan, ni subestiman , ni censuran la moral ajena. Las personas buenas son sinceras, leales y agradecidos; no revelan secretos ni propios ni ajenos; no ridiculizan, ni maltratan; sabes mirar y sonreír a los niños; no pones acechan ni subyugan, no gritas ni amenazan; sabes usar sus manos solo para aliviar, enseñar y bendecir.

Las perdonas buenas tienen la capacidad de compartir si vida con los demás. Son gente honestas, tanto en la palabra como en los hechos, son sinceros y compasivos se aseguran de que el amor forme parte de todas las cosas que hacen. Las personas buenas tienen la capacidad de brindarse a los demás y ayudarlos frente a los cambios que tienen en la vida. No temen a mostrarse vulnerables, creen en su singularidad y están orgullosos de lo que son. Las personas buenas se permiten el placer de acercarse a los demás y preocuparse por su felicidad. Han llegado a comprender que es el amor lo que marca toda la diferencia en la vida.

Las personas buenas no dicen todo lo que saben; aprecian a los demás y cuan hacen, no son avaros ni envidiosos: actúan con decoro; se adaptan a todo y con todos, no, hacen chismes saben callar y no se meten nunca en la vida ajena, aman a su cónyuge y son fieles; en la prosperidad no se envanecen, y la desgracia no los abate, porque saben hacer la voluntad del Padre, cualquiera que sea la idea o creencia que de tengas de Él.

La voluntad viene del Padre.

Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.

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