I.- El buen trato genera cordiales relaciones
1.- La especie humana está constituida en cuerpo y alma para la afabilidad en el trato, y que la ternura y la absoluta bondad sean expresiones de fraternas comunicaciones.
2.- La aspereza es signo de dureza y aleja el sano entendimiento, que solamente se logra mediante la mutua comprensión entre quienes tienen la capacidad de discernir.
3.- No es lo mismo sentir la utilización de la fuerza, que ser objeto del trato dulce y civilizado. La intención rencorosa y cruel, se dejan ver allí donde hay lucha apasionada y la porfía enconada.
4.- Cuando el enfrentamiento de clases sociales se hace repugnante, las partes que se disputan el control del Estado recurren a métodos propios de salvajes.
II.- Recodando actos desagradables
5.- Con todo pesar recordamos ahora hechos que nos han servido para tener una idea de hasta dónde llegan las personas en su apasionamiento político y afán por reducir a la nada a sus adversarios. Veamos
6.- La tarde del día 9 de febrero de 1966, residíamos en la ciudad capital. Mientras nos encontrábamos en el segundo nivel de una casa ubicada en la acera norte de la calle Padre Billini a esquina 19 de Marzo, en el curso de una movilización popular, atónitos vimos a un joven quemar vivo a un agente de la Policía Nacional.
7.- En los primeros meses de 1970, en un interrogatorio practicado por agentes policiales, en Santiago, a Ramón Fernández (a) Vargas Vila o Momoncito, le desprendieron sus órganos genitales.
8.- El 9 de octubre de 1971, cinco jóvenes pertenecientes al Club Héctor J. Díaz, fueron secuestrados por agentes de la Policía Nacional, y luego de ser asesinados, sus ojos, piernas, brazos, cabezas, pies y manos, esparcidos por distintos barrios de la ciudad capital, incluyendo en los terrenos del hoy Estadio Quisqueya Juan Marichal.
9.- El 7 de mayo del 1976, el encargado del Servicio Secreto de la Policía Nacional, en Santiago, a puros garrotazos le sacó un ojo al dirigente del movimiento Popular Dominicano, Efraín Martínez Rodríguez o Ramón del Rosario.
10.- Los citados hechos espeluznantes, que en su momento llenaron de horror a lo mejor y más sensible del pueblo dominicano, ocurrieron en diferentes etapas del proceso político que ha vivido nuestro país.
11.- Es de desear que nunca más, nos corresponda vivir en situaciones que por la brega social lamentamos haber padecido. Aquellos fueron episodios no queridos, pero que pueden suceder en cualquier país del mundo donde imperen sistemas sociales basados en la desigualdad.
III.- Las masas populares no propician la violencia; solamente responden a ella
12.- El espacio de tiempo que nuestro pueblo ha vivido en los últimos años, en el orden de la lucha de las diferentes clases sociales por alcanzar el poder, difiere de aquellas épocas cuando ocurrieron las desagradables acciones teñidas de sangre.
13.- La etapa de la guerra de abril de 1965, la fase de los 12 años del doctor Balaguer y el lapso de 1978 hasta ahora, marcan ciclos distintos de la batalla social llevada a cabo por el pueblo en su empeño por tomar el poder político.
14.- Ninguna persona está llamada a adivinar la duración del espacio de tiempo que va a mantenerse la vía pacífica en la brega por el poder.
15.- No es el pueblo, las masas trabajadoras, los humildes, quienes inventan el método para alcanzar el poder del Estado. El camino, la ruta a transitar, será determinado por la situación, por el momento que va a resultar de un conjunto de condiciones y circunstancias creadas de manera objetiva.
16.- Los oprimidos por el sistema, no escogen voluntariamente la forma de lucha que han de aplicar para vencer la resistencia de sus opresores. La violencia se la aplican a las masas, y ellas se limitan a responder de igual forma.
IV.- La violencia en Haití
17.- Observamos hoy a potencias coloniales y a sus aliados, asombradas por el fenómeno de la violencia en la sociedad haitiana, aparentando no saber el origen de la misma, y haciendo creer que, de un momento a otro, los haitianos se han convertido en insubordinados sin motivo.
18.- Para conocer la causa generadora de lo que ahora ocurre en Haití, hay que refrescarse la memoria y tomar en consideración hechos que han motivado la pobreza y la indignación de ese sufrido y maltratado pueblo.
19.- El engendro de las recientes acciones violentas en Haití, hay que iniciarlas con el asalto por tropas norteamericanas al Banco Nacional de Haití, el asesinato del líder popular Charlemagne Péralte y la ocupación por el imperio del territorio haitiano por más de 17 años.
20.- La agresividad de las masas populares haitianas, está vinculada con la dinastía creada por Washington, iniciada por François Duvalier y los Tonton Macoute, y continuada a sangre, fuego y miseria por Jean-Claude Duvalier y sus leopardos.
21.- El estado de terror en Haití, es una aberración imperial mediante la cual se decidió sacar del poder a Jean Beltrán Aristy y depositarlo en África, haciendo posible la sucesión de gobiernos al servicio de los intereses monopolistas.
22.- Para hablar de Haití y la violencia que allí aterra, hay que completar la idea haciendo referencia a Francia, Estados Unidos y Canadá, así como a las rígidas estructuras que impiden el desarrollo armónico, económico y social de los haitianos.