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Batalla Electoral 2024

Ese lebrel aquí presente, daña

Enfoque

Estamos en un país donde se impone el lebrel, esa persona que se dobla con suma facilidad, presta para hacer todo aquello que repugna a gente bien nacida y mejor educada para portarse con decencia.

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1.- Que nadie lo ponga en duda. La República Dominicana es un paraíso; un lugar sumamente delicioso, donde en cualquier espacio está la felicidad terrenal, algo así como un edén.

2. – Para la mayoría de las personas que aquí habitan, el territorio nacional dominicano, se adapta a la manera de comportarse el bueno, el malo y el peor.

3.- Cómo no sentirse bien aquí la caterva de sinvergüenzas que con sus acciones bochornosas, desfachatez y villanía, prueban que disfrutan en grande las sinvergüencerías que les identifican como perfectos trúhanes

4.- Está despistado, en las nubes, aquel que no sabe que nos estamos moviendo en un ambiente donde la doblez, la hipocresía y todo lo que significa disimulo caracteriza al coterráneo de ahora.

5.- Estamos viviendo la etapa de la mujer y el hombre que se sienten de maravilla al pavonearse, darse mucha importancia y alabarse para fanfarronear y ufanarse de lo que no es.

6.- Ese que se vende como lo más casto, altamente virtuoso, es el mismo vicioso que simula ser decente. Luce sobrado, lleno, repleto de cosas buenas, pero es un podrido.

7.- Hace mucho tiempo que en el medio social dominicano, dejó de estar en abundancia el ente de carácter, firmeza y auténtico. Ahora sobresale el que se adapta a las circunstancias, no importa que sean limpias o sucias.

8.- Al doblar la esquina, en cualquier lugar nos encontramos con ese caradura, desvergonzado, que por dinero hace de todo. Es el hombre ideal para hacer diabluras.

9.- La sociedad donde estamos viviendo, tomó su tiempo para tener en su seno a ese granuja que ahora se destaca; ella lo logró y parece que llegó para pasar aquí un largo rato.

10.- Porque el actual ordenamiento económico y social acumula inmoralidades, están en abundancia, es amplia la profusión de deshonestos. La corrupción está excesiva.

11.- El conciudadano que anda por esas calles de Dios, haciendo travesuras, es el ideal para pelar el diente a cambio de dinero y una prebenda, aunque sea conocido como una nadería.

12.- En un sitio donde mucho abunda ese ser humano insignificante, es difícil que salga algo moralmente sano, porque allí donde está presente el individuo chuchería, muy poco o nada útil se puede lograr.

13.- La base económica sobre la cual descansa la sociedad dominicana, y su superestructura, genera vicios que están fijos, pegados en la conciencia social, dañando la generalidad del material humano.

14.- Que nadie se haga ilusiones de que el medio donde nos encontramos hoy, va a cambiar con responsos, plegarias o buenos deseos. Esto no es cuestión de ñeñeñé. La degradación llegó y está en firme.

15.- Estamos en un país donde se impone el lebrel, esa persona que se dobla con suma facilidad, presta para hacer todo aquello que repugna a gente bien nacida y mejor educada para portarse con decencia.

16.- Porque no es bueno condicionar a nadie, que cada quien se convierta en juez de la realidad dominicana, y se dará cuenta de que el país nuestro está moralmente dañado, porque la generalidad no se comporta como las personas buenas, honestas, limpias de conciencia y conducta.

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