Con el prestigio de integrar el Consejo de Seguridad de la ONU y tener amigos nuevos y poderosos como China, nuestro país posee una linda oportunidad para ejercer la diplomacia según los nuevos paradigmas “trumpianos”. ¿Se imaginan lo siguiente?:
“El canciller dominicano expresó su grave preocupación por el agudo incremento del consumo y tráfico de drogas ilegales en Estados Unidos. Esa insaciable demanda crea un comercio de magnitud mayor que las economías de muchos países cuyas institucionalidad, seguridad interna, estabilidad democrática, salubridad y reputación, son negativamente afectados por esta creciente importación estadounidense.
La posición dominicana responde al informe anual de la Oficina de Naciones Unidas para las Drogas y el Crimen (UNODC), que reveló aumentos sin precedentes en la producción de opio en Afganistán y cocaína en Colombia, ambos países donde operan muy ineficazmente la Drug Enforcement Administration (DEA) y otras agencias estadounidenses militares y de espionaje.
La Cancillería dominicana citó ‘falta de voluntad, corrupción, ineficacia rampante, complicidad con los carteles y desolación por trumpismo’ como causantes del problema”.
¡Sueña Pilarín!