Europa impone restricciones especiales a los no vacunados: toques de queda, confinamientos e incluso despidos

Asimismo, hace unas semanas que solo las personas con certificado de vacunación pueden participar en reuniones en espacios cerrados, medida que ha resultado insuficiente a la luz de las hospitalizaciones registradas en el último recuento que ha compartido el ministro de Sanidad, Daniels Pavluts, ante los medios: "3.000 ingresos", el doble de la marca de las 1.500 considerada como punto crítico.

Redacción Internacional.- La Covid-19 vuelve a asfixiar a Europa 1.8 millones de nuevos casos y 24.000 muertes en la última semana y la Organización Mundial de la Salud señala a los responsables. En palabras de Hans Kluge, director regional de la OMS, «las bajas tasas de vacunación y la relajación de las restricciones» son los principales causantes del repunte de los contagios.

De hecho, conforme a sus cálculos, solo ocho países de la región superan el 70% de la población con la pauta completa, mientras que dos de ellos no alcanzan el 10%. La solución por la que han optado algunos países no tiene precedentes en la lucha del Viejo Continente contra la propagación del virus: imponer restricciones exclusivas para los no vacunados.

Rumanía prohíbe salir por la noche a los negacionistas.

Desde hace dos semanas los rumanos que no han recibido las dos vacunas contra el coronavirus no pueden salir a la calle a partir de las diez de la noche. Además, cuando el toque de queda llega a su fin- establecido de 22:00 a 5:00- tampoco pueden entrar en bares, restaurantes, tiendas y oficinas públicas, cuyo acceso requiere la presentación de un certificado de vacunación.

De esta forma, el país del este de Europa trata de aliviar la presión sobre su sistema sanitario, que ha tenido que suspender todas las hospitalizaciones no esenciales y transportar decenas de pacientes graves a hospitales vecinos de Hungría, Austria y Polonia. La situación en Rumanía es crítica – con más de 45O muertes durante la jornada del miércoles 3 de noviembre y 10.000 nuevos casos registrados- y sus gobernantes estrenan medidas desconocidas hasta la fecha para frenan la curva de contagios y seguir el ejemplo de vacunación de las principales potencias de Occidente.

Rusia ordena confinarse 4 meses a los mayores de 60 años no vacunados.

Por tercer día consecutivo Rusia vuelve a registrar un récord de muertes por COVID-19: 1 195 fallecimientos. El Kremlin atraviesa el peor momento sanitario desde el inicio de la pandemia a pesar de haber decretado recientemente el cierre de los centros de trabajo durante nueve días. Ni siquiera haber sido el primer país del mundo en registrar su propio suero anticovid, la Sputik V, ha servido para igualar los ritmos de vacunación de otros potencias occidentales. Ahora mismo, solo algo más de un tercio de una población de 144 millones de habitantes cuenta con la pauta completa y de acuerdo con sondeos realizados en el país, más de la mitad de los ciudadanos rusos no planean vacunarse.

Ante esta situación, el alcalde de Moscú- capital del país- ha ordenado un confinamiento de 4 meses a todos los residentes mayores de 60 años no vacunados, así como a las personas no vacunadas que padecen enfermedades crónicas.

Letonia autoriza los despidos a los empleados que no se vacunen.

Letonia ha emprendido una cruzada como ningún otro país contra las personas no vacunadas. Desde mediados de octubre, el gobierno letón impuso la obligatoriedad de vacunarse a todos lo empleados del sector público y a partir de este jueves, los empresarios podrán despedir a los empleados que no reciban la vacuna gracias a un cambio legal aprobado en el parlamento.

Asimismo, hace unas semanas que solo las personas con certificado de vacunación pueden participar en reuniones en espacios cerrados, medida que ha resultado insuficiente a la luz de las hospitalizaciones registradas en el último recuento que ha compartido el ministro de Sanidad, Daniels Pavluts, ante los medios: «3.000 ingresos», el doble de la marca de las 1.500 considerada como punto crítico.

Grecia: «Que se vacunen mañana mismo para no llorar su pérdidas».

El Gobierno heleno también ha estrechado el cerco a los escépticos a la vacuna. Este miércoles, el primer ministro griego, Kiriakos Mitsotakis, anunció en el parlamento las nuevas restricciones que se aplicarán a partir del sábado a las personas no vacunadas en el país. La entrada a edificios públicos, bancos, tiendas de ropa, cines, teatros y hasta peluquerías (consideradas servicios esenciales en muchas naciones), estará reservada para los ciudadanos inmunizados con la pauta completa o quienes presenten una PCR o un test rápido con resultado negativo en Covid.

La situación en Grecia no es comparable a la que viven otras regiones del este, pero todavía está lejos de parecerse a países como España, Francia o Portugal. Allí, el 60,5% de la población tiene la pauta completa de vacunación y en el último recuento 58 personas han fallecido a efectos del coronavirus. Las autoridades lo tienen claro: «La economía y la sociedad no se confinarán de nuevo» La prioridad, a juicio del primer ministro, es que los no vacunados «se vacunen mañana mismo para que no lloremos por las pérdidas que pudimos prevenir y para reducir la presión en los hospitales».