SANTO DOMINGO.- Es lamentable que por el comportamiento de desaprensivos, que a todas luces no valoran la vida, la gran mayoría de los moradores del Gran Santo Domingo ahora nos veremos sometidos a nuevas restricciones por el desborde de contagiados que han abarrotado los centros hospitalarios.
No es un secreto que el toque de queda y el uso de mascarillas, entre otros protocolos, han jugado un papel crucial en la lucha contra el COVID 19.
Pero al reactivar las actividades económicas y ser más flexibles con el horario, muchos han pensado equivocadamente que el virus ya no existe, lo que ha sido determinante en provocar este rebrote.
A propósito de las nuevas restricciones, que incluyen el toque de queda desde las 8 de la noche y la suspensión de venta de bebidas alcohólicas de 5:00 de la tarde a 5 de la mañana, es oportuno también advertir el serio riesgo que se correría, con motivo de la celebración del día de las madres este próximo domingo, si una avalancha de viajeros procedentes del Gran Santo Domingo, se desplazara a ciudades del interior donde el coronavirus está bajo control.
No hay que ser un experto en la materia para prever que en tales circunstancias, lo más probable es que se produzca una oleada de nuevos contagios en zonas donde el virus ha descendido.
Aunque pueda provocar quejas y protestas, quizás las autoridades deberían contemplar restringir durante ese periodo los viajes fuera de esta zona, como se hizo en otro momento de la pandemia.
En ningún modo alguno se trata de empañar la emotiva celebración y estamos seguros que las propias madres serían las primeras en agradecer si con esta molesta, pero necesaria restricción, se pudieran evitar más contagios y muertes a causa de la enfermedad.