La Paz.- Evo Morales, el primer presidente indígena de Bolivia que estuvo al mando del país por más de 13 años, busca recuperar el poder con su quinta candidatura a la Presidencia y así cumplir su anhelo de extender su «proceso de cambio» hasta 2025, año del bicentenario de la Independencia del país.
Morales nació en una comunidad andina en una humilde familia campesina aimara y solo terminó el bachillerato, pero en «la escuela de la vida» de joven aprendió oficios desde pastor de llamas a panadero, albañil y trompetista.
Luego migró al Chapare, una zona cocalera en el departamento de Cochabamba, donde ascendió hasta líder sindical, lo que lo catapultó a la silla presidencial en 2006 convirtiéndose en el presidente con mayor permanencia en el poder en Bolivia.
En sus casi 14 años de Gobierno, Morales siempre se jactó de la estabilidad económica del país y de que Bolivia registrara uno de los crecimientos más altos y sostenidos en América, de más del 4 % durante varios años.
Desgaste político
Evo Morales llegó a la Presidencia de Bolivia en 2005 con un 54 % de los votos, en 2009 se proclamó la nueva Constitución en la que Bolivia pasó a ser un Estado Plurinacional y en ese mismo año el entonces presidente se aseguró un segundo mandato al ganar las elecciones con más del 60 % de los votos.
En 2013 el Tribunal Constitucional avaló en una polémica decisión la candidatura de Morales para las elecciones de 2014, pese a que la Constitución que él mismo proclamó solo permite dos periodos seguidos, argumentando que el Estado fue «refundado» por lo que era la primera reelección del entonces presidente.
El desgaste político y la decepción de muchos con la gestión de Morales se acentuó tras el referendo del 21 de febrero de 2016, en el que un 51,3 % de los bolivianos rechazó que el líder indígena se saltara la Constitución para poder presentarse a las elecciones de 2019.
Sin embargo, tras una larga disputa judicial, en 2017 el Tribunal Supremo Electoral habilitó la cuarta postulación de Morales, luego de que el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) argumentara que se debía respetar el derecho del presidente a ser elegido y el del pueblo a elegirlo, según se establece en la Convención Americana de los Derechos Humanos.
El temor a que Morales se perpetuara en el poder caló entre una parte de la sociedad boliviana tras las elecciones del 20 de octubre de 2019 en las que se registraron «irregularidades», lo que desató una ola violenta de protestas en todo el país y se hicieron evidentes las denuncias de fraude electoral a favor del entonces mandatario.
«Muchas gracias por acompañarnos», dijo Morales el 10 de noviembre de 2019 en una alocución al anunciar su renuncia a la Presidencia tras «trece años, nueve meses y 18 días» en el poder al que llegó el 22 de enero de 2006.
La noche del 11 de noviembre del 2019 Morales salió de Bolivia y estuvo un mes en México y luego se estableció en Argentina desde donde planeó y dirigió el retorno del MAS al poder, con la candidatura del que fue su ministro de Economía, Luis Arce.
Para los comicios de 2020, Morales intentó ser senador por la región de Cochabamba, donde comenzó su carrera política como diputado en 1997, pero su candidatura fue rechazada por no cumplir con el requisito de residencia permanente en el país.
La quinta candidatura
Morales, como líder del partido gobernante, siempre ha tratado de influir en las decisiones del Estado, incluso, es uno de los principales críticos de la gestión de Arce,
Desde finales de 2022 la división al interior del MAS entre «evistas», de línea radical, y «arcistas» o renovadores, afines al mandatario como ellos mismos se han identificado, se profundizó y llevó a que cada grupo por separado proclame a Arce o a Morales como candidatos para las elecciones de 2025.
«Me han convencido que voy a ser candidato, me han obligado, claro la gente quiere, pero me están obligando, tanto contra Evo, la derecha, el Gobierno, el imperio», confirmó hoy el propio Morales.
La Constitución boliviana establece un límite para la reelección «por una sola vez de manera continua», pero no aclara si un exmandatario queda habilitado para ser nuevamente candidato después de un periodo de Gobierno, por lo que el Tribunal Constitucional deberá pronunciarse sobre la validez de una quinta aspiración de Morales.
Mientras que el pasado 31 de agosto, el presidente Luis Arce dijo que por el momento «no está en agenda» una eventual candidatura suya.