Once de los doce jueces de la Suprema Corte de Justicia sujetos a evaluación en el proceso que acaba de concluir de manera elogiosa el Consejo Nacional de la Magistratura, se expusieron al escrutinio para optar por la posibilidad de su reconfirmación, pero sólo tres lo lograron: Francisco Antonio Jerez Mena, Manuel Ramón Herrera Carbuccia y Fran Euclides Soto Sánchez.
Nueve pasan a otra etapa de sus vidas en el ejercicio del derecho: Miriam Germán Brito, Esther Angelán Casasnovas, Juan Hiroito Reyes, José Alberto Cruceta Almánzar, Robert Placencia Alvarez, Alejandro Moscoso Segarra, Edgar Hernández Mejía y Sara Henríquez Marín. Más el expresidente de la Suprema, Mariano Germán, que no se sometió a evaluación.
En el caso de los no reelegidos, el Consejo estaba en el deber de fundamentar la razón, pero aunque el desempeño de la mayoría fuera excelente, nada despojaba a los consejeros de la facultad que tenían de privilegiar la renovación: que jueces buenos sean sustituidos, por jueces buenos o mejores que llegan con nuevos bríos a dinamizar la justicia.
Lo inaceptable es que contra una de esas juezas se lanzara una andanada de descalificación que violentó los reglamentos del Consejo Nacional de la Magistratura, la ley Orgánica del Ministerio Público y el Código Penal, acompañada de una campaña mediática adobada de manipulación como la que se vió en necesidad de aclarar la Embajada de los Estados Unidos de América, que no debería quedarse sin consecuencias.
Apartado de esa tropelía, el Consejo Nacional de la Magistratura que le ha tocado encabezar al presidente Danilo Medina, se ha llevado notas sobresalientes en las dos tareas que les ha tocado: elección de cuatro nuevos miembros del Tribunal Constitucional y la renovación de la Suprema Corte de Justicia.
Los comentarios que la reciente elección recoge en la comunidad jurídica son muy favorables: se privilegió en la elección de jueces de carrera, honorables, eficientes, responsables, realmente se le dió nuevo amanecer a la Suprema Corte de Justicia:
“La #NuevaSCJ pasó de ser una Suprema inclinada por los penalistas a una Suprema más diversa: muchos civilistas, laboralistas, administrativistas, en general todos buenos”. Laura Acosta
“Si la memoria no me falla, la magistrada Nancy Salcedo, recién ascendida a la SCJ, era la persona que más tiempo tenía al frente de una corte de apelación de todo el país. Lo era en 1997, cuando llegué, y ahí mismo la dejé en 2011. ¡Excelente juez y persona!. Jorge Subero Isa
“La designación de @HenryMolina como presidente de la SCJ augura la profundización de la reforma judicial, así como de la lucha contra la mora y a favor de la eficiencia de los procesos. Su capacidad de gestión y su experiencia al frente de la ENJ lo aseguran”. Eduardo Jorge Prats.
“Hay muchos buenos magistrados designados ayer en la nueva Suprema. Soy en primero en reconocerlo…” Vinicio Castillo.
Alumnos me comentaron: “Los profesores Samuel Arias y Rafael Vásquez son jueces de carrera, sumamente competentes, que salen de sus tribunales a impartir docencia, es por eso que recibieron la información de su escogencia en las aulas”.
El único reparo tenue que se ha escuchado es que el nuevo presidente de la Suprema tenía militancia política, pero hasta lo que hacen esa objeción reconocen que es capaz, honesto, buen gerente, a lo que hay que agregar que sabe muy bien la responsabilidad que se ha echado sobre sus hombros y el desafío histórico para su generación.