SANTO DOMINGO. – A casi un año de la muerte del joven prospecto de béisbol Ismael Ureña Pérez, sus padres continúan exigiendo respuestas.
Aseguran que aún no han recibido el informe oficial de la autopsia, mientras insisten en que su hijo falleció tras consumir esteroides ilegales para uso veterinario, presuntamente suministrados por un exjugador profesional.
En un ambiente de indignación e impotencia, familiares de Ismael Ureña Pérez, quien era un prometedor prospecto de béisbol de apenas 14 años, llevan cinco días frente a las principales instituciones del sistema judicial dominicano, exigiendo que se esclarezca su muerte y señalando lo que consideran una cadena de negligencias y encubrimiento.
El menor, falleció el 25 de julio de 2024 tras presentar un severo fallo hepático, y de acuerdo con sus familiares denunciaron que el informe de autopsia del joven permanece retenido por Patología Forense, lo que calificaron como un acto de impunidad e indiferencia institucional.
Pese a que existe una querella formal ante la Fiscalía de Santo Domingo Este, en contra del exjugador Yordy Basilio Cabrera Alduey, continúa en libertad. La familia sostiene que él fue quien suministró los esteroides no sólo a Ismael, sino también a sus hermanos Joel y Esmerlin, quienes actualmente enfrentan secuelas médicas.
Aseguran que de acuerdo a los análisis médicos, el hígado de Ismael mostraba un deterioro extremo, con niveles de amonio en sangre que superaban en más de 500 por ciento los límites normales.
Estas condiciones son indicativas del uso prolongado de esteroides anabólicos, los cuales son metabolizados por el hígado y pueden causar daños irreversibles.
Aunque el campamento será levantado este viernes, los familiares de Ismael Ureña advierten que se mantendrán en vigilancia hasta que se esclarezca la causa de su muerte y se haga justicia.
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