El procurador Jean Alain Rodríguez es un personaje de lo más ameno o pintoresco, como suele decir el pueblo en sentido irónico cuando alguien le provoca incredulidad o trata de tomarle el pelo, suponiendo equivocadamente que la gente carece de capacidad para advertir en el momento en que se le intenta distraer.
El más reciente episodio acaba de ocurrir a propósito de la respuesta que el Procurador dio a los periodistas que le preguntaron sobre caso de César el Abusador, prófugo de la justicia desde hace más de 2 meses, a raíz del desmantelamiento de lo que el propio Rodríguez calificó como la red criminal más grande que operaba en el país.
El Procurador respondió con toda tranquilidad que fue un éxito la desarticulación de esa banda, a pesar, agregamos nosotros, de que su señalado cabecilla no ha podido ser capturado.
¿Cómo puede calificarse de exitoso un caso en que ha habido que retirar acusaciones a algunos de los imputados y otros serán extraditados, o sea que jamás sabremos aquí todas sus ramificaciones e implicaciones mafiosas?
¿Puede sostenerse que es un éxito una operación en que las autoridades, con todo su poder, no han podido localizar al supuesto jefe de la red criminal?
¿Por qué no fue capturado cuando se paseaba por todas partes sin ser molestado, cuando ya se sabía, según admitió en su momento Jean Alain Rodríguez?
¿Quién puede negar que de algún modo fue alertado y que por eso desapareció del mapa y hasta ahora no ha podido ser localizado ni en los centros espiritistas?
¿Quién quita que no solo esté oculto, sino que incluso haya vuelto a operar con una reactivada estructura, como comenta el pueblo con voz imaginativa que en pocas ocasiones se equivoca?
Cuando vuelva a hablar de éxitos el Señor Procurador haría bien en cuidar mejor la precisión, significado y alcance de sus palabras y no evadir preguntas con expresiones no sustentadas ni en la razón y mucho menos en la realidad.
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