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Expertos chilenos y mexicanos unen esfuerzos para hallar a mineros atrapados

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Rescate de mineros en mexico

México.- Cinco expertos chilenos se unieron este jueves a los esfuerzos que realiza un centenar de socorristas mexicanos para rescatar a los ocho trabajadores que permanecen atrapados en una mina del norte de México y quienes en dos días no han dado señales de vida.

La brigada chilena llegó a mediodía a la boca del pozo de la pequeña explotación de carbón del municipio de Sabinas, en el estado de Coahuila, donde el martes se registró una explosión por acumulación de gases que originó derrumbes, atrapó a 14 mineros y causó heridas graves a un joven de 15 años.

El equipo está integrado por el comandante de la Armada chilena, Renato Navarro; Samuel Durán, de Carabineros (policía militarizada); Rodrigo Quiroz, enfermero del Ejército; Héctor Contreras, experto en minas del Servicio Nacional de Geología y Minería, y William Saintard, socorrista de la estatal Corporación del Cobre (Codelco).

Dos de ellos participaron de manera activa en el exitoso rescate de los 33 mineros que permanecieron atrapados en el yacimiento chileno de San José durante 70 días.

Fuentes de la Secretaría del Trabajo explicaron a Efe que el equipo chileno está en México en «una misión de cooperación», cuyo primer paso será coordinarse con los rescatistas que se encuentran en la mina, de la que ya han sido rescatados seis cadáveres.

El presidente mexicano, Felipe Calderón, agradeció vía telefónica a su homólogo chileno, Sebastián Piñera, «su pronta respuesta mediante el envío de un equipo de especialistas de instituciones públicas y privadas».

El ministro de Trabajo, Javier Lozano, quien desde el martes se instaló en Sabinas para coordinar el trabajo en torno al accidente, informó que a la zona también llegaron miembros de la Policía Federal Investigadora y la fiscalía federal, para avanzar en la investigación de la tragedia.

En declaraciones a Radio Fórmula, Lozano señaló que en este caso se dio una «negligencia brutal» propiciada por «empresarios voraces» que operan sin atender las condiciones mínimas de seguridad, una situación que podría ocurrir en muchos de los 150 pozos carboníferos que hay en la región.

Por su parte, el secretario de Economía, Bruno Ferrari, dijo a la emisora MVS que en el caso podría haber responsabilidades «criminales» de los concesionarios de la explotación de carbón.

La pequeña mina siniestrada, de tipo casi artesanal y conocida como «pocito», tenía solo 18 días de haber iniciado operaciones y sus propietarios no habían avisado a las autoridades de su existencia.

El ministro de Trabajo reveló que acordó con Ferrari, cuya dependencia está encargada de otorgar las concesiones mineras en el país, «clausurar inmediatamente» el yacimiento de Sabinas.

La mina se ubica en un terreno más amplio de 270 hectáreas, cuya concesión tienen a partes iguales el empresario Luis González Garza y la compañía Minera El Sabino, en representación de la firma Beneficios Internacionales del Norte (Binsa), propiedad de Melchor González.

Lozano, quien señaló al Gobierno estatal como garante de la operación ilegal de algunas de estas explotaciones, al comprar lo que extraen, explicó que la idea es cancelar toda la concesión minera en las 270 hectáreas.

En respuesta, el gobernador de Coahuila, Jorge Torres, expresó su rechazo al cierre los «pocitos» en su estado, donde se extrae el 80 % del carbón que se produce en México.

En un comunicado, Torres dijo que sólo «quien esté fuera de la ley» deberá acatar las disposiciones federales al respecto de la operación minera.

En la boca del pozo decenas de familiares de los desaparecidos se siguen expectantes en torno al rescate y con esperanzas de hallar vivos a sus seres queridos, a pesar del pesimismo de las autoridades.

Luis Alejandro Sifuentes, familiar de uno de los trabajadores atrapados, dijo a Milenio Televisión que confía en que «algo bueno suceda» y que «alguno de ellos no haya sido tocado» por la explosión.

La región donde ocurrió este nuevo accidente es la misma en la que el 19 de febrero de 2006 sucedió el peor accidente minero reciente, en el yacimiento Pasta de Conchos, en el que murieron atrapados 65 trabajadores.

Desde entonces, familiares de los fallecidos, con el apoyo del obispo de Saltillo, Raúl Vera, han denunciado que en la mina había precarias condiciones de seguridad y han exigido, sin éxito, la recuperación de los cadáveres.

Tras una nueva tragedia, la organización civil Familia Pasta de Conchos pidió la renuncia de Javier Lozano y que «se prohíba de forma definitiva la extracción de carbón por medio de ‘pocitos'».

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