WASHINGTON.- El comité de asesores de la Administración de Fármacos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, en inglés) inició este viernes su reunión para decidir si da luz verde a una dosis de refuerzo de la vacuna de Pfizer contra la covid-19, como quiere el Gobierno de Joe Biden pese a las dudas de parte de la comunidad científica.
El encuentro, que se prolongará toda la jornada del viernes, contará con múltiples presentaciones por parte del departamento de vacunas de la FDA y científicos del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), entre otros organismos.
También participarán empleados de la farmacéutica Pfizer/BioNTech que expondrán las ventajas de esta dosis de refuerzo ante los datos de una progresiva reducción de la protección de las vacunas iniciales.
La votación del panel de asesores de la FDA, que no es vinculante pero suele ser respetada por la agencia, está prevista para esta tarde.
El panel podría decidir respaldar una tercera dosis para grupos vulnerables, como los mayores de 60 o 65 años, algo que parece contar un mayor respaldo en la comunidad científica, en lugar de dar el visto bueno para la población en general.
La decisión definitiva de la FDA se espera para la próxima semana.
Actualmente, el 63,5 % de la población estadounidense mayor de 12 años se encuentra vacunada con la doble pauta, y el ritmo de inoculación se ha ralentizado en los últimos meses, lo que ha elevado la preocupación entre las autoridades sanitarias.
El Gobierno de Biden, que ha comenzado a hacer planes para iniciar la administración de esta tercera dosis para finales de mes, ha expresado su inquietud por el repunte de casos en el país con la variante delta, especialmente contagiosa.
En las últimas semanas, EE.UU. registra una media de cerca de 150.000 contagios diarios y más de 1.500 muertes, cifras no vistas desde el comienzo del año.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), sin embargo, se ha mostrado en contra de esta dosis de refuerzo y ha pedido una moratoria a los países que buscan administrarla.
«Entendemos la preocupación de los gobiernos de proteger a sus poblaciones de la variante delta, pero no podemos aceptar que los países que ya han utilizado la mayoría de los suministros de vacunas, utilicen todavía más, mientras que las poblaciones más vulnerables del mundo siguen sin protección», dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, el mes pasado.
De 4.000 millones de vacunas administradas a nivel global, más del 80 % lo han sido en países de ingresos altos y medios, que representan en conjunto menos de la mitad de la población mundial, precisó, ilustrando así la desigualdad que persiste en el acceso a una de las intervenciones vitales para detener la pandemia.