REDACCIÓN.- Un tercer hondureño aspirante a oficial de la Policía Nacional de Honduras, entre unos 500 jóvenes, falleció este lunes en un hospital privado, informaron fuentes cercanas a su familia, sin que oficialmente se conozcan las causas.
La víctima fue identificada como Kevin Mejía, médico de profesión.
El presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (Codeh), Hugo Maldonado, dijo en redes sociales que Mejía «luchó hasta el último momento», que «la verdad de los hechos se va con ustedes» y «esperamos que la impunidad no entierre la verdad de los hechos».
Los otros dos aspirantes a oficiales, fallecidos el pasado día 11, después de haber estado en la Academia Nacional de Policía (Anapo) en el municipio de La Paz, unos 85 kilómetros al oeste de Tegucigalpa, fueron identificados como Jairo Josué Martínez y Ronald Javier Coello.
Ese día, alrededor de unos 500 jóvenes, hombres y mujeres, llegaron a la Anapo cargando pertenencias personales en maletas y mochilas, como aspirantes a oficiales de la Policía Nacional.
Según videos difundidos después de que se conoció sobre la muerte de Martínez y Coello, los aspirantes fueron sometidos a pruebas físicas cargando sus maletas y mochilas.
Extraoficialmente, según las primeras versiones difundidas por medios locales de prensa, más de 30 aspirantes resultaron afectados, y eso pudo obedecer a una intoxicación con gas lacrimógeno, lo que fue descartado por la Secretaría de Seguridad.
«Aclaramos que en ningún momento hubo intoxicación alguna por gas lacrimógeno de ningún tipo», indicó la Secretaría de Seguridad en un comunicado, sin precisar las causas por las que fallecieron los dos aspirantes.
Según el informe oficial, el ejercicio físico en la Anapo se «inició con correr en la pista de usos múltiples».
Minutos después de comenzar las actividades, «dos personas del sexo masculino se sintieron mal de salud por lo que fueron trasladados a centros asistenciales. Posteriormente, se recibió información de que habían fallecido», señala el informe.
La viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, dijo entonces que además de los dos fallecidos, otros 34 aspirantes a oficiales de Policía resultaron afectados durante la prueba, pero que al parecer estaban fuera de peligro y que las investigaciones «están abiertas».
La Secretaría de Seguridad también indicó que todos los aspirantes que iniciaron las actividades físicas, una vez que se sentían afectados en su salud, fueron traslados a una clínica para su estabilización e hidratación.
«En todo momento se ha recomendado a los aspirantes a oficiales no ingerir bebidas energizantes antes de ejercicios físicos», añade el comunicado de la misma instalación.
Hasta ahora no se conoce el informe forense que señale las causas por las que fallecieron los aspirantes a oficiales de la Policía Nacional, cuyo director, Marlon Vásquez, fue suspendido el 11 de septiembre.
La Dirección de Asuntos Disciplinarios Policiales (Didadpol) y la Inspectoría General de la Policía Nacional también participan en la investigación, según la versión oficial.