Katmandú.- La temporada de escalada de este año en el Monte Everest ha registrado su primera fatalidad. Un escalador filipino, Philipp II Santiago, de 45 años, falleció la noche del miércoles en el Campamento IV mientras se preparaba para intentar la cima, según informaron fuentes oficiales.
“Se estaba preparando para avanzar hacia la cima desde el Campamento IV, a unos 7.900 metros (26.000 pies), alrededor de las 8 de la noche, pero regresó debido al agotamiento y se recostó para descansar. Falleció entre las 20:00 y las 21:00 hora local. La causa de la muerte aún no está clara”, declaró el director del Departamento de Turismo de Nepal, Himal Gautam.
Las autoridades confirmaron que actualmente se están realizando esfuerzos para recuperar el cuerpo y trasladarlo al campamento base.
El fallecimiento se produce en un contexto de creciente preocupación por las condiciones meteorológicas cada vez más adversas en el Everest, que limitan las ventanas para ascensos seguros y concentran los intentos de cima en periodos peligrosamente cortos.
Esto eleva el riesgo de aglomeraciones en la llamada “zona de la muerte”, por encima de los 8.000 metros, un factor que ha contribuido a tragedias en años anteriores.
“Esta temporada no parece favorable”, señaló el director ejecutivo de 8K Expeditions, Pemba Sherpa, la empresa encargada de instalar cuerdas fijas desde el Campamento II hasta la cima. “La escalada estuvo suspendida cinco días después de que se abriese la ruta el 9 de mayo. Si el clima sigue así, podríamos enfrentarnos a una congestión grave cuando mejoren las condiciones», afirmó.
El riesgo de aglomeraciones en estas zonas de la montaña es especialmente alto este año.
Según el departamento de turismo, casi 80 escaladores alcanzaron la cima el jueves. Sin embargo, con 458 permisos de escalada otorgados a extranjeros, solo por debajo del récord de 479 del año pasado, la montaña podría recibir más de 1.000 personas intentando el ascenso, incluyendo guías nepaleses que suelen acompañar a sus clientes de forma individual.
El peligro es mayor por encima de los 8.000 metros, donde los niveles de oxígeno son críticamente bajos y esperar en fila puede ser fatal. En 2019, retrasos similares causaron múltiples muertes, lo que desató un debate mundial sobre la comercialización del Everest y los riesgos que conlleva la saturación.
Recibe las últimas noticias en tu casilla de email