ÁMSTERDAM.- El tratamiento antiviral de acción directa contra la hepatitis C sigue siendo «ampliamente inaccesible» y los trabajadores sanitarios necesitan «más concienciación» sobre las poblaciones claves, dijo en una entrevista con Efe María Donatelli, gerente en la agrupación de ONG, Coalition PLUS.
«Hemos hecho un estudio piloto en India, Indonesia, Malasia, Marruecos y Tailandia. La conclusión es que el camino hacia un tratamiento de hepatitis está lleno de obstáculos. Hay muchas necesidades entre poblaciones clave que no se tienen en cuenta y hay mucho que hacer para adaptar las políticas a los cuidados», advirtió Donatelli.
La Coalition PLUS, que agrupa a más de 60 organizaciones de 35 países, elaboró un informe titulado «Cuidado con la brecha: Políticas en VHC frente a experiencias de la comunidad», en el que hace un estudio en cinco países para analizar los obstáculos en el acceso al tratamiento a la hepatitis C, un virus (VHC) que ataca el hígado hasta la muerte por cirrosis o cáncer.
El primer obstáculo que señala Donatelli es la «falta de concienciación y de información», no solo sobre la enfermedad sino sobre «las posibilidades y vías de acceder a los servicios, los pasos a tomar para llegar a los cuidados, los tipos de test existentes o la tipología de tratamientos».
Donatelli advierte de que la mayoría de estas cuestiones son «totalmente desconocidas por la mayoría de los pacientes», lo que les lleva a «perderse en el sistema» desde la primera fase y en ocasiones, renunciar al tratamiento debido a las complicaciones.
«En la etapa de diagnóstico, por ejemplo, que es muy complicada y en la que tienen que pasar por diferentes departamentos en un hospital, muchos no saben por dónde empezar y no reciben la ayuda necesaria. Tienen que ingeniárselas solos para saber qué es lo siguiente que deben hacer», explica.
El estudio preliminar, que esta agrupación presenta con motivo hoy del Día Mundial de la Hepatitis, reconoce que los tratamientos de «acción directa» son efectivos contra la hepatitis C pero siguen siendo «inaccesibles incluso en regiones donde están disponibles a precios reducidos».
Los cinco Estados del estudio son algunos de los pocos países que no solo tienen medicamentos genéricos a precios reducidos sino también un presupuesto importante dedicado al tratamiento del VHC como parte de la sanidad pública, pero, advierte, «el proceso de cuidado de las personas que viven con hepatitis C sigue siendo desastroso».
La investigación incluye entrevistas a 51 profesionales de salud especializados en VHC y otras 240 personas infectadas con el virus.
«Los costes para acceder al tratamiento son muy altos, y no me refiero a la medicina ni a los análisis, que en estos países son parte del paquete sanitario, sino de otros gastos que no son tenidos en cuenta, como los seis días de trabajo y sueldo que pierden, o el precio del transporte para ir hasta el hospital en la ciudad», lamenta.
Los entrevistados en Delhi y Yakarta, por ejemplo, han descrito la forma de acceder a los exámenes biológicos para realizar diagnósticos exhaustivos como «costosa, larga y compleja», ya que se realiza lejos de las zonas rurales y del lugar de trabajo y residencia.
En Tailandia, los médicos son quienes ponen «condiciones particularmente drásticas» a los pacientes, como abstenerse de usar drogas durante al menos seis meses antes de poder acceder a los medicamentos, lo que provoca que muchos «abandonen» el tratamiento.
Donatelli urge a iniciar campañas de comunicación nacional, a reorganizar los servicios de atención para hacerlos más operativos y accesibles, a capacitar a los profesionales de la salud y a simplificar los protocolos si se pretende lograr el objetivo de la ONU de tratar al 80% de los 71 millones de personas infectadas con el VHC para el año 2030.
A día de hoy, recuerda, solo el 12 % de las personas que viven con el virus son evaluadas y el 4,2 por ciento tiene acceso al tratamiento contra la hepatitis, lo que está provocando un rápido aumento de las muertes provocadas por el VHC, a diferencia de lo que ocurre con el VIH, donde los fallecimientos se han reducido en general, según ONUSIDA.