Por aferrarse al poder perpetúan la desigualdad. Las autoridades refieren acoplarse a una jerarquía eclesiástica rancia y desacreditada, a garantizar los derechos sexuales y reproductivos.
En este país, sencillamente triste y oprimido como lo define Pedro Mir, el acceso a una vida sexual sin riesgo es una quimera y una irreverencia promover el uso del condón.
La cotidianidad lo muestra y las estadísticas lo confirman, la población no tiene acceso al preservativo.
Estudios reportan que en el país, el 63% de las adolescentes con más de una pareja sexual en los últimos 12 meses y el 38% de los adolescentes, no utilizaron condón en su última relación sexual. Una población en la que el 43% de los jóvenes y el 7% de las jóvenes entre 20-24 años de edad han tenido relaciones sexuales con más de una pareja en los últimos doce meses. (Global AIDS)
El estudio refiere que el 95% de los adolescentes y el 88% de las adolescentes no se han hecho la prueba de VIH en los últimos 12 meses. Tienen vida sexual sin protección.
El condón es decisivo en la lucha contra el virus inmunodeficiencia adquirida VIH. La medicina se basa en la evidencia, los países que promueven el uso y facilitan el acceso al condón reducen las estadísticas del VIH.
Como resultado de nuestras inhumanas decisiones política, en el año 2013 se estima que 44,000 dominicanos y dominicanas viven con el VIH, de las cuales 4,895 son jóvenes de 15 a 24 años de edad lo que equivale a una prevalencia de 0.25%.
No todos y todos somos iguales ante el riesgo de infección. La población con mayor prevalencia del VIH continúan siendo los hombres que tienen sexo con hombres, las trabajadoras sexuales, las mujeres sin educción formal y las y los residentes de Bateyes, en definitiva, excluidos sociales.
Países como Francia por ejemplo, a propósito del Día Mundial del Sida tomaron la decisión de equiparar la importancia del condón con la del pan. Las autoridades redujeron los impuestos de los preservativos al nivel de los bienes de primera necesidad como la alimentación, los comedores escolares o los libros de texto.
En Republica Dominicana, las farmacias del gobierno, PROMESE CAL no venden preservativos, ni anticonceptivos. No lo consideran esencial.
Reducir el precio es priorizar la importancia, y debería incitar a los jóvenes y no tan jóvenes a protegerse y tomarse en serio la anticoncepción.
El uso del preservativo debe ser una prioridad del gobierno si quiere reducir la pobreza. ¡Ay!, poeta, todavía, “Faltan hombres y falta una canción”.