Ciudad de México.- Los familiares de los 10 mineros que permanecen atrapados en una mina de carbón mineral que colapsó hace 10 días en el estado de Coahuila, norte de México, pidieron este sábado la ayuda e intervención de rescatistas extranjeros y criticaron el actuar de los especialistas mexicanos.
En conferencia de prensa a las afueras de la zona donde se llevan a cabo las labores de rescate, los familiares dijeron estar «desesperados por lo lento de las maniobras de rescate» que el viernes entraron en una pausa luego de que se presentara una intensa lluvia que provocó una nueva inundación y que retrasó el ingreso de los rescatistas al pozo de la mina El Pinabete, ubicada en el municipio de Sabinas, Coahuila.
«Nosotros no quisimos dar información, ni nada, porque en cierta forma le quisimos dar su lugar a ellos (autoridades) de que nos ayudaran rápido pero nosotros ya nos cansamos (de tantos días) y decidimos salir porque ya necesitamos a nuestros familiares», dijo Martha María Huerta, esposa de unos de los mineros.
«Si ellos no pueden, queremos ayuda de otra parte (extranjero)», expresó otra de las esposas de los mineros que se presentó ante los medios al tiempo que exigió una nueva presentación del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Un hijo de uno de los mineros, Claudio Mireles, expresó que los rescatistas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) trabajan lentamente y no permiten la ayuda de otros colegas mineros que, dijo, conocen mejor la zona de los pozos.
Además, expresó que las familias «ya están muy desgastadas» pues ya son 10 días desde el colapso de la mina y «solo les dicen mentiras, para mi son solo mentiras y no hay avances».
Ante los medios, los familiares exigieron la intervención de especialistas del extranjero o en un mejor caso, que les permitan a los compañeros de los mineros ingresar al área del colapso, ya que, señalaron, son los que mejor conocen los pozos.
El viernes, los rescatistas de la Sedena ingresaron en varias ocasiones a la mina colapsada pero se toparon con más objetos que obstruyen la entrada y que se dedicaron a remover.
El retiro de esos obstáculos retrasó la entrada de los especialista al pozo 2 que se colapsó a las 13.35 hora local (18.35 GMT) el 3 de agosto, mientras que por la tarde-noche, una intensa lluvia en el municipio de Sabinas dificultó los trabajos en el área.
El Gobierno del estado de Coahuila explicó que para garantizar la seguridad en los trabajos se determinó realizar mediciones de gases cada media hora por parte de ingenieros y rescatistas, lo cual permitirá determinar el momento en que se cuente con las condiciones para realizar los descensos.
El derrumbe reactivó la polémica en México por la actuación de las mineras en la región carbonífera, donde se han registrado más de 100 muertes de personas dedicadas a la minería, de acuerdo con la Familia Pasta de Conchos, que agrupa a familiares de fallecidos en el derrumbe de 2006 en la mina de ese nombre.
El jueves, la Fiscalía General de la República (FGR) de México anunció que imputará al dueño de la mina colapsada por explotación ilícita y un día después, el presidente López Obrador justificó la lentitud del rescate porque «los pozos tenían una profundidad de agua de 30 metros aproximadamente, entonces han ido bajando el nivel del agua, pero todavía falta».