Familiares de víctimas del Jet Set claman justicia tras decisión judicial que favorece a imputados

Santo Domingo.- Cuando aún no sanan las heridas causadas por la tragedia ocurrida el pasado 8 de abril en el centro nocturno Jet Set, en Haina, la decisión de la jueza Fátima Veloz Suárez ha generado profunda indignación y dolor entre sobrevivientes y familiares de las víctimas. La magistrada del Juzgado de Atención Permanente del Distrito Nacional dictó una medida que, según los comunitarios, desvanece las esperanzas de justicia.

De acuerdo con el expediente del Ministerio Público, al menos 235 personas murieron durante el incidente, mientras que otras 180 resultaron heridas. El impacto ha sido devastador: más de 130 niños y adolescentes quedaron huérfanos. La comunidad aún lidia con el trauma colectivo y exige respuestas claras.

Críticas a la medida judicial

El abogado Plutarco Jaques, quien representa a varios sobrevivientes y a familias de víctimas, calificó de irracional la medida cautelar impuesta a los hermanos Maribel y Antonio Espallat, vinculados al caso. Durante su participación en el programa El Despertador, Jaques afirmó que la jueza solo valoró los arraigos sociales, familiares y educativos de los imputados, sin considerar la gravedad del caso ni el impacto en las víctimas.

“El dolor es inmenso. Muchos no buscan compensaciones económicas, sino justicia”, afirmó el abogado, señalando que la decisión ha causado un nuevo golpe emocional a quienes aún lloran a sus seres queridos.

Un país en duelo

Vecinos de Haina y allegados de las víctimas expresaron su consternación. “Perdimos muchas personas, tanto amigos como familia. Aún no logramos aceptar lo que pasó”, dijo conmovido uno de los comunitarios, mencionando al artista Rubby Pérez, cuya cercanía con algunas víctimas ha sido parte del dolor compartido.

Acciones legales en curso

Ante la indignación generada por el fallo, tanto el Ministerio Público como el abogado Plutarco Jáquez anunciaron que recurrirán la decisión judicial. La lucha por justicia continúa, impulsada por una comunidad que no está dispuesta a olvidar a los suyos ni permitir que su muerte quede impune.