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27 Abril 2024

Fe y Vida: “En el Camino”

Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.

Nuestra vida es un camino. Para unos el camino es más largo y más tedioso que para otros. Para unos con muchísimos obstáculos y para otros no tantos, pero de todos modos nos vamos a encontrar con obstáculos en nuestro camino de la vida. Lo importante es saber cruzar o brincar esos obstáculos.

Hay los que se quedan lamentándose en el primer o segundo obstáculo que encuentra a lo largo de su vida, y hay otros que con coraje dicen, a mí los obstáculos que se me presenten, los voy a cruzar y eso son los triunfadores porque son los que llegan a la meta de aquello que se han propuesto sin importarle los obstáculos que tenga que enfrentar o cruzar.

Nuestra vida está hecha de caminos, unos que llevan y otros que traen: Sueños, alegrías, tristezas, amores, desencantos, esperanzas, e infinidad de cosas más. De todas maneras nada viene o va sin camino. Los caminos son una parte integrante de nuestras vidas, y desde que somos bien pequeños buscamos recorrer el camino.

Recordemos que nuestros primeros pasos fueron enseñados, nos entrenaron para que aprendiéramos a caminar y nos fuimos perfeccionando y aprendiendo a caminar, ¿para qué?, para que más tarde pudiéramos conquistar nuestros propios caminos. Todos tuvimos la oportunidad de caminar, unos lo tuvimos todo para emprender el camino, hay otros que han tenido más dificultad, y otros que se han quedado a la mitad del camino. ¿Y llegaremos al punto final?, esa es la pregunta que todos debemos de hacernos.

Ciertamente, los seres humanos fuimos hechos para abrir caminos, romper las barreras, traspasar los límites y así vencer. Dios en su infinita misericordia, no nos va a abandonar en un desierto de incertidumbres.

Él no nos dejaría nunca a la deriva, condenándonos a un fin sin propósitos. Él nos ha preparado un camino que nos llevara de nuevo a su casa pues el mismo nos dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”. Recordemos siempre que el autor de esta frase es el autor de todos los caminos de nuestra vida y del mundo.

Él, que es el Alfa y el Omega, el principio y el fin. Él, que es el único camino que tiene el poder para cambiar el rumbo de nuestra vida, Él, que es fuente de vida para todos aquellos en Él confían. Sigamos por el buen camino, sigamos los pasos de aquel que nos puede conducir hacia un camino de paz y felicidad.

Recordémonos siempre que la felicidad no es un destino, es la actitud con la que se viaja por el camino de la vida. Hay una canción que dice: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”, yo soy un creyente muy ferviente de la estrofa de esa canción. Cada cual tiene el libre albedrio de labrarse su camino, o del bien o del mal, o a lo mejor de quedarse en la mitad y no llegar nunca a la meta. Pensemos que es lo que cada uno de nosotros queremos para nuestra vida.

Termino con este verso 3l, tomado del Capítulo 40 del Profeta Isaías  que dice: “Los que esperan en el Señor, renovarán sus fuerzas, subirán como alas de águila, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán”

Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.

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