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Fe y Vida: “No juzgar a Otros”

Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.

Nosotros los seres humanos tenemos la lengua un poco floja. Tenemos la tendencia a criticar y hablar de los demás, muchas veces lo hacemos sin darnos cuenta. Yo siempre digo que si la lengua pagara impuestos, nosotros tendríamos que trabajar dos trabajos para utilizar el sueldo que ganamos en uno para pagar el impuesto de lo que muchas veces hablamos de los demás. Y muchas veces hablamos cosas de los otros que no son ni verdad  que son verdades a media, o cosas que nos cuentan otros.

Llego a mis manos una historia escrita por María Mercedes Escobar, la cual yo quiero compartir con Ustedes espero que a Ustedes les haga tanto bien como me lo ha hecho a mí, para aprender a juzgar y a criticar menos a las personas, sino a hacer como dice ese refrán indio: “Ponte en los zapatos del otro y camina media milla con ellos” Esta bella historia dice así: “Un medico entró en el hospital de prisa después de haber sido llamado a una cirugía urgente. El contestó a la llamada lo antes posible, se cambió de ropa, y se fue directamente al bloque de cirugía. Encontró al padre del niño yendo y viniendo en la sala de espera, una vez al verlo, el padre gritó: ¿Por qué se tomó todo éste tiempo para venir? ¿No sabe que la vida de mi hijo está en peligro? ¿No tiene sentido de responsabilidad? El médico sonrió y dijo: Lo siento yo no estaba en el hospital, y vine lo más rápido que pude después de recibir la llamada. Y ahora me gustaría que se calme para que yo pueda hacer mi trabajo. ¿Qué me calme? ¿Qué pasaría si fuera su hijo el que estuviera en esta habitación ahora mismo? ¿Estaría calmado? Si su hijo se estuviera muriendo ahora ¿Qué haría? Dijo el padre enojado. El médico volvió a sonreír y contestó. Voy a decir lo que dijo Job en la Biblia. Del polvo venimos, y al polvo volveremos, bendito y alabado sea el nombre de Dios. Los médicos no podemos prolongar la vida, estamos para ir e interceder por su hijo, vamos a hacer todo lo posible, por la Gracia de Dios. Dar consejos cuando no estamos en cuestión es tan fácil murmuró el padre. A cirugía se llevó algunas horas. Y después el médico salió feliz. Gracias a Dios. Su hijo se ha salvado. Y sin esperar la respuesta del padre, el doctor muy apurado miró su reloj y salió corriendo y mientras se marchaba le dijo: Si usted tiene alguna pregunta, pregúntele a la enfermera. ¿Por qué él es tan arrogante? ¿No podía esperar algunos minutos más para que pudiera preguntarle más sobre el estado de mi hijo? La enfermera respondió con lágrimas en los ojos. El hijo del doctor murió ayer en un accidente de carretera, y estaba en el cementerio cuando le llamaron para que realizara la cirugía de su hijo. Y ahora que ya salvó la vida de su hijo, déjelo ir porque él fue corriendo para terminar el entierro de su hijo”. 

Mis hermanos, nunca juzguemos a nadie, porque nunca se sabe cómo es su vida, ni lo que está sucediendo o lo que está pasando.

Recordemos siempre que la paciencia es una virtud, y la humildad es un don del Señor. Si un hombre está dispuesto a obedecer a Dios, este puede hacer que ocurra un cambio en el destino de millones de personas.

Termino con esta lectura tomada del Capítulo 2 de la Carta de San Pablo a los Romanos, Versículo 3 que dice: “Y tú, amigo, que juzgas a los que obran así mientras tú haces lo mismo, te figuras tú sí vas a escaparte de la sentencia de Dios”. 

Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.

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