Fe y Vida: “Ser Abuelo”

Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.

Antes de ser abuelos hay que ser madre y padre, y cuando se es madre y padre hay que saber educar a los hijos, e inculcarles el amor por sus abuelos, para que más tarde cuando ellos tengan sus hijos  les enseñen a querer mucho a sus padres que son sus abuelos.

Tengo un gran amigo que siempre dice: “Que si él hubiese sabido cuanto se quiere a los nietos, hubiese tenido nietos antes que hijos”, claro esto es un decir porque para ser abuelo hay que ser padre primero. Lo bueno que tiene el ser abuelo es que uno siempre malcría a los nietos, y cuando ya se ponen un poco pesados e insoportables, los manda para su casa para que así les frieguen la vida a su madre y a su padre.

No podemos ocultar que en los últimos 40 o 50 años el estilo de vida familiar ha cambiado. El incluir a la mujer en el circulo laboral conllevó a que ambos tanto la madre como el padre estuvieran fuera del hogar por 8 a 10 horas diarias creando así lo que conocemos como “el síndrome de la casa vacía”. Esto creó el que muchos niños quedaran al cuidado de personas o de instituciones muy ajenas a la familia y al hogar.

Algunos niños que son afortunados cuentan todavía con sus abuelos para así cubrir muchas necesidades que los padres no pueden atender debido a sus obligaciones y trabajos. Por ejemplo: El llevar y traerlos de la escuela, el descanso, las consultas médicas y sobre todo la protección, pues estemos claros que los abuelos cuidan a sus nietos, pues son los hijos de sus hijos. Algunos de estos chicos que bien pudiéramos llamarlos privilegiados pues tienen padres de padres, la gran mayoría adoran a sus abuelos y muchos les ponen apelativos como abu, nona, yaya, abuelito, tata, lala, abue, y muchos otros más.

Los abuelos son el tronco de la familia extendida, Son aquellos que siempre están atentos a cosas que los padres no siempre vislumbran, son los que cuidan de sus nietos, porque les recuerda los tiempos de alegría y felicidad que tuvieron con sus hijos. Con esto los padres descuben que no están solos en esta tarea de cuidar y velar por sus hijos.

El ser abuela o abuelo es una forma de comprender el paso de los años, de aceptar la edad en la que uno va entrando a la esperada vejez. Los abuelos tienen otro punto de ver las cosas, y miran diferente. Como suelen no ver muy bien por los años vividos usan los ojos para otras cosas, por ejemplo para recordar y cuando recuerdan se les humedecen los ojos y tienen miedo el decir muchas de las cosas que saben o recuerdan.

Muchos de ellos tienen sus manos suaves y las mueven con cuidado debido a sus años, y han aprendido con el transcurrir del tiempo que un abrazo vale y enseña más que una enciclopedia. Los abuelos tienen todo el tiempo del mundo y muchas veces tienen el que se le perdió a los padres, pues de alguna manera lo han sabido recuperar. Leen los libros sin ningún apuro y les cuentan a los nietos historias de cuando ellos eran pequeños. Son los que malcrían porque no tienen que darle cuentas a nadie de sus actos. Como ya la memoria les va fallando por su edad, se olvidan de algunas cosas, y es posible que se les olvide que las mismas gracias que hoy hacen sus nietos, las hicieron sus hijos cuando eran pequeños pero no las veían en aquel tiempo. Hay muchos abuelos que todavía se recuerdan de jugar aquellas cosas que no hay que enchufar en la electricidad para que funcionen.

Los abuelos son aquellos capaces de disolver alguna angustia que los nietos sienten cuando creen que el mundo se les viene encima. La cena de los abuelos es la más deliciosa y siempre nos cocinan el plato que a nosotros nos gusta. Los abuelos huelen siempre a abuelos, son a los que recurrimos cuando necesitamos un consejo de expertos pues lo que saben porque han vivido muchos años.

Aquellos pequeños que todavía tienen abuelos, está mucho más cerca de la felicidad, los que los tienen lejos o ya pasaron a vivir una vida en la presencia de Dios como es mi caso, y deben procurarse una o uno pues todavía quedan gente muy buena en este mundo.

Para aquellos que no creen sepan que: “Las abuelas y los abuelos nunca mueren, sólo se hacen invisibles y nos cuidan desde el cielo”.

Termino con el Versículo 17 del Capítulo 6 del Libro de los Proverbios que dice así: “Los hijos de los hijos son corona de los ancianos y los padres son honra de sus hijos”.

Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.