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27 Abril 2024

Fe y Vida: “Yo soy Millonario”

Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.

Muchas veces he escuchado a varias personas decir o lamentarse de que no tienen dinero, de que no son millonarios, que si lo fueran sus vidas fueran diferentes y otras muchas cosas más. Pero no nos damos cuenta que somos millonarios, que la gran mayoría de las veces tenemos más cosas de las que realmente necesitamos, cosas que no se pudieran comprar ni con todos los millones del mundo, un ejemplo de ellos es la salud, los hijos, la tranquilidad o paz interior, y así muchas otras cosas más.

Pero bueno, si nos quejáramos no fuésemos humanos, nunca vamos a estar conformes con lo que tenemos, ni nuestro cuerpo, ni lo que poseemos, ni nuestros hijos o nuestro trabajo. Mientras meditaba sobre este tema llego a mis manos un correo que quiero compartir con Ustedes y que lleva por título: “El Zapatero. Dicen que una vez Jesús le dijo a un zapatero, mira soy tan pobre que no tengo ni siquiera otras sandalias, y como ves están rotas e inservibles. ¿Podrías tú reparádmelas por favor?, porque no tengo dinero. Jesús le dijo entonces al zapatero: Te puedo dar lo que quieras si me las arreglas. El zapatero con mucha desconfianza dijo: ¿Me puedes dar tu el millón de dólares que necesito para ser feliz?  Jesús le dijo: Te puedo dar 100 millones de dólares. Pero a cambio me debes dar tus piernas…El zapatero respondió: ¿Y de que me sirven los 100 millones si no tengo piernas? El Señor volvió a decir: -te puedo dar 500 millones de dólares, si me das tus varazos. El zapatero respondió: ¿Y qué puedo yo hacer con 500 millones si no podría ni siquiera comer yo solo? El Señor hablo de nuevo y dijo: Te puedo dar 1,000 millones de dólares si me das tus ojos. El zapatero solo dijo: ¿Y dime, que puedo hacer yo con tanto dinero si no podría ver el mundo, ni poder ver a mis hijos y a mí esposa para compartir con ellos? Entonces Jesús sonrió y le dijo: Ay hijo mío, como dices que eres pobre, si te he ofrecido ya 1,600 millones de dólares y no los has cambiado por las partes sanas de tu cuerpo. Eres tan rico y no te has dado cuenta.

Mis queridos hermanos. Sólo pensemos por un minuto en todo lo que podemos agradecer al Señor, y démosle gracias, pues es Él quien nos ha dado la salud. No pidamos tanto dinero, pues es mejor tener todo nuestro cuerpo sano a tener todo el dinero del mundo.

Recordemos siempre que la gran mayoría de las cosas que son necesarias para vivir Dios nos la da gratuitamente, como son el aire que respiramos, el sol que nos da el calor necesario para poder vivir, la lluvia que nos refresca y hace crecer las plantas, la luna que nos alumbra en las noches oscuras, las estrellas que embellecen el cielo en las noches, los amigos que muchas veces son más que nuestra propia familia, la vida, porque muchos han querido nacer y no han podido, ojos para ver la belleza de la vida, pues hay muchos que no pueden ver y apreciar lo que nosotros apreciamos, manos para alcanzar y tocar todo lo que Dios creó y que es bello, pies para poder caminar, correr y cansarnos, cuando otros no pueden hacerlo, y así pudiera mencionarle muchas otras cosas que recibimos gratuitamente de Dios, por eso y por muchas más cosas, somos millonarios.

Termino con este pedazo de la Primera Carta de San Pablo a los Corintios, Capitulo 15, Versículo 10 que dice así: “Por la gracias de Dios soy lo que soy, y su gracia no quedo en mi sin fruto. Muy al contrario, he trabajado más duramente que todos ellos. Aunque no yo, sino la gracia de Dios que habita en mi”. 

Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.

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