Este 16 de febrero el pueblo dominicano tiene una oportunidad histórica para mostrar conciencia y madurez democrática acudiendo masivamente a las votaciones en las elecciones municipales, en completo orden y esperando con paciencia y paz el resultado de la expresión popular en las urnas.
Aunque la dirigencia política y los partidos tengan por cuenta propia resultados preliminares, deben abstenerse de divulgarlos y esperar los cómputos oficiales, responsabilidad que compete únicamente a la Junta Central Electoral.
Darse por anticipado como ganador en algunas demarcaciones o expresar inconformidad antes de que concluyan los cómputos puede generar situaciones de mucha tensión, conflictos y hechos de violencia que podrían empañar lo que debe ser asumido como una fiesta cívica de la democracia dominicana.
A la Junta le toca también actuar con mucho tacto, no festinando la divulgación de resultados, pero tampoco retrasándolos sin explicación o razón, que en tiempos felizmente superados siempre fueron un factor de angustia, zozobra y peligros poselectorales.
En los recintos, los ciudadanos aptos para ejercer el voto deben seguir el procedimiento delineado y salir tan pronto hayan votado, para evitar aglomeraciones y facilitar el acceso de otros electores.
A la Policía militar y policial y electoral le toca la delicada responsabilidad de garantizar el orden e intervenir ante cualquier alteración, pero siempre con tacto y prudencia para evitar que un pequeño inconveniente degenere en un hecho de mayor consecuencia.
Tan importante como todas estas pautas es que la ciudadanía en general no preste oídos a especulaciones y la difusión de informaciones que no provengan de medios y autoridades confiables que la sustentan en datos y hechos comprobados y no en distorsiones promovidas por intereses particulares.
El éxito de estas elecciones municipales dependerá en gran medida de este comportamiento y de lograrse, como esperamos, sentará las bases para que en mayo tengamos otra oportunidad de fortalecer y ampliar la democracia en nuestro país.