Vemos con suma preocupación los datos estadísticos que nos presenta la Policía Nacional cuando afirma de una forma ingenua que la delincuencia ha bajado en casi el 40%. La policía, que tiene que ser una institución objetiva en defensa de la ciudadanía y combativa contra la delincuencia debe tener mucho cuidado cuando se expresa de esa manera porque no hacen llegar los viernes y sus fines de semana para que en todo el territorio nacional se arme la cacería una vez más.
Basta ver a los relacionadores e informadores de la misma que perdiendo la solemnidad del hecho se sonríen cuando dan las declaraciones graves de muertes, de crímenes y de la delincuencia en general.
La supuesta ingenuidad de este cuerpo junto a la irresponsabilidad de la justicia nos hace pensar que estamos muy cerca de un país sin solución. ¿Usted se imagina lo que es la seguridad del país en manos de supuestos incrédulos que han perdido su autoridad y su credibilidad en frente de sus ciudadanos?
Una juventud que duda de todas las expresiones políticas que se repiten a cada rato como papagallo tales como:
Cero a las drogas, no pasara la corrupción, tolerancia 0 contra la delincuencia, investigaremos hasta las últimas consecuencias, intercambio de disparos. Esto junto a las comisiones que se forman a cada rato, un fruto de ellas es la acusación en “veremos” a los estudiantes afiliados a Felabel, sobre la muerte de un coronel que se encontraba en los disturbios de la UASD. Todavía se afirma que a este oficial se le mando a asesinar por orden de altos rangos. Eso me hace pensar que también el teniente coronel asesinado en Barahona pudo haber sido víctima de los mismos intereses CUANDO SU HERMANA PONE EN DUDA LA CAUSA DE SU MUERTE. Recordemos todos que últimamente el sur, especialmente esa zona ha sido objetivo de los narcotraficantes.
De forma misteriosa el obispo de la misma ciudad presento su renuncia al papa. Este ha enfrentado de forma valiente los desmanes que allí se producen.
Hay mucha gente que les tiene miedo a los fines de semana, mucho más a salir a algún centro de diversión. A mí en lo particular no me gustan, porque en la mayoría de los casos hay gente tan intolerante que no se puede tropezar con ellas sin tal vez disculparse. Es tanta la cacería que se dan los fines de semana en las calles que los periódicos virtuales y medios digitales se llenan de sangre todos los lunes. Si no te mata alguien con un arma pues te mata un motorista echando carreras, un camión. Algunos de los que forman parte de los cuerpos castrenses y policiales tienen su modus vivendi a través de las bandas. La mejor muestra de todo esto es la prensa que lo vive exponiendo. Solo así se explica cómo destacamentos enteros son echados, como el de Higüey y Puerto Plata, fuera más nunca procesados en la justicia.
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