REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Mientras la OTAN expresa la disposición de que Suecia y Finlandia se conviertan en miembros de la Alianza Antlántica, la primera ministra filandesa, Sanna Marin, señaló este jueves durante una visita a Atenas que su país tomará “muy pronto” la decisión sobre un posible ingreso en la organización, y aseguró que la invasión rusa en Ucrania cambió totalmente la situación de seguridad en Finlandia.
En una comparecencia conjunta con su homólogo griego, Kyriakos Mitsotakis, Marin recalcó que “el Parlamento y el Gobierno, junto con el presidente están evaluando todos los cambios” en cuanto a la guerra en Ucrania, y señaló que “muy pronto” se tomará una decisión respecto a un posible ingreso de Finlandia en la Alianza Atlántica.
“Tenemos un ejército moderno y podemos trabajar con la OTAN, como hemos hecho durante décadas en ejercicios conjuntos”, resaltó Marin, y añadió que “si nos unimos contribuiremos a la seguridad de toda la alianza”.
El Parlamento finlandés inició la semana pasada un debate histórico que, según todos los indicios, culminará con la solicitud del ingreso del país nórdico en la OTAN, poniendo fin a casi ocho décadas de no alineamiento.
Por su parte, el primer ministro griego señaló que “Grecia respetará la decisión soberana de Finlandia” cualquiera que ésta sea y puntualizó que “es cuestión del pueblo finlandés y solo de él tomar una decisión tan importante”.
Marin aseguró la semana pasada que el objetivo es tomar una decisión antes de la cumbre de la OTAN que se celebrará en Madrid a finales de junio, y a la que Finlandia está invitada.
Este jueves el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, señaló que si Finlandia y Suecia, que también está examinando una posible entrada en la OTAN, deciden postularse para ser miembros, la Alianza los acogería “con los brazos abiertos”.
La invasión rusa de Ucrania ha provocado un cambio radical en la opinión pública respecto a la OTAN, y también en las posturas de los partidos políticos y diputados finlandeses, una gran parte de los cuales consideran ahora que una adhesión a la Alianza Atlántica ofrecería al país las mejores garantías de seguridad para prevenir un eventual ataque de la vecina Rusia.
Sin embargo, ni el presidente finlandés, Sauli Niinistö, ni Marin han querido hasta ahora hacer pública su opinión personal para no “interferir” en el debate parlamentario.