El consejo que Francisco Castro Catrain le dispara al peligrosamente silencioso (¡y quién sabe si indiferente!) Danilo Medina, no tiene desperdicio: “El descontento de los dominicanos por hacerles pagar la jaba que otro burro se comió, como reza el viejo y sabio dominicanismo, es mayoritario e inocultable, no importa cuánta gente lo manifieste en la calle y quiénes ostenten su representación, pues no es cuestión de cuadrar cuentas, sino de cuadrar ánimos”. Y aquí va: “Destete en su hato, Presidente, que para mucho le dará, y quién sabe si hasta en hombros de este lío saldrá”.